La tragedia de Audrys Milena Lara Saez, de 10 años, ha conmovido a todos los cartageneros. La niña se encuentra sin movilidad en sus piernas y en su brazo derecho tras recibir un balazo en medio de un sicariato contra su vecino, en la tarde del pasado 21 de noviembre en el sector 14 de Febrero, en El Pozón.
La menor estuvo hospitalizada en la Casa del Niño hasta el 31 de diciembre, cuando le dieron hospitalización domiciliaria. Ahora se encuentra en la casa donde recibió el balazo mientras jugaba con seis primos en la terraza y su familia afirma que la niña pasa llena de miedo.

Audrey, quien es madre soltera, dejó de trabajar para cuidar a su pequeña y ahora vive de la solidaridad de vecinos, amigos y familiares. La mujer, de 39 años, recordó aquella fatídica tarde.
Una niña baleada en medio de un juego en una casa en El Pozón
“Los niños estaban jugando como siempre, en la terraza. Eran las 4 de la tarde. De la nada aparecieron dos tipos en moto y uno de ellos le disparó a mi vecino y le dio varios balazos, pero una bala alcanzó a mi hija en el hombro, le traspasó el brazo, afectó un pulmón y los discos T4 y T5 de su columna vertebral. Estuvo mal en UCI, pero Dios me la tiene viva y sé que caminará otra vez”, contó la madre. Lea: El drama que vive una niña de 10 años por una bala perdida en El Pozón
Añadió que “a ese sicario no le importó que estuvieran niños en el lugar. Tengo entendido que el muchacho al que iban a asesinar sigue hospitalizado y de verdad espero que esté bien”. La Policía Metropolitana estuvo al tanto del caso, pero a la fecha no han reportado capturados por este hecho violento.

Audrey dice que, pese a todo lo que ha sufrido, no guarda rencor en su corazón. “La familia de mi vecino se acercó a nosotros para pedirnos perdón por lo ocurrido. Ellos saben que no somos de problema y que la niña no merecía esto. Nosotros aceptamos sus palabras”, dijo la mujer que decidió contar su historia a este medio de comunicación para despertar la solidaridad en los ciudadanos.
Agregó que “al sicario que disparó le digo que lo perdono, pero espero que cambie su vida o que se entregue a la Policía. No tiene idea del daño que hace con acciones como esta. Yo quiero que lo que le pasó a mi hija no lo viva nadie más”.

Esta madre soltera, que saca fuerzas de donde no tiene para motivar a su hija y atenderla, dice que luego de la primera publicación hecha por El Universal, ha recibido ayudas, pero son muchas las necesidades que atraviesan.
“La niña necesita una cama hospitalaria, un colchón antiescaras, pañales, gel antibacterial, en fin, lo que nos quieran aportar. Vivo con mi madre en estos momentos”, explicó Audrey.
La niña está consciente de todo lo que vive y dice estar dispuesta a realizar todas las terapias físicas para recobrar la movilidad en sus piernas. Su familia también espera la atención de psicólogos ya que la niña tiene síndrome post-traumático por lo que vive con miedo y tiene momentos de pánico cuando escucha sonidos fuertes, gritos o juegos artificiales. Si usted desea ayudar a esta familia, puede llamar al número 300 4267243.
