La tragedia de Paola Ramírez conmocionó a la comunidad de Engativá, en Bogotá, desde aquel fatídico 28 de octubre del presente año, cuando perdió a sus dos hijos menores en un brutal ataque perpetrado por su expareja, Darwin Felipe Beltrán.

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El UniversalCasi dos meses después, Paola continúa enfrentando un dolor indescriptible mientras intenta reconstruir su vida. En una reciente entrevista para el podcast del periodista Rafael Poveda ‘Más Allá del Silencio’, la madre compartió detalles desgarradores sobre los hechos y reveló un perturbador episodio que vivió recientemente.
El 13 de diciembre, fecha en la que su hija, Susan Camila, hubiese cumplido 7 años, Paola decidió honrar su memoria con una celebración simbólica en el cementerio. Lea también aquí: Así era Angie Mendoza, la mujer que sicarios mataron en Bruselas

Junto a algunos familiares, llevó una torta, cantaron el cumpleaños y recordaron con amor a la pequeña. “Estuvimos ahí reunidos, fue bonito, pero también fue triste”, expresó entre lágrimas. La actividad, aunque cargada de dolor, representó un esfuerzo por mantener viva la memoria de sus hijos. Susan Camila tenía 6 años y Santy Esteban tenía 4 en el momento de su crimen.
Sin embargo, lo que parecía un momento de recogimiento se vio interrumpido por una sorpresiva llamada desde prisión. Según relató Paola, ese mismo día recibió una comunicación de Darwin Beltrán, quien, de manera inexplicable, sabía del homenaje realizado en el lugar donde reposan los restos de la niña. Durante la conversación, el hombre insistió en saber el lugar exacto donde estaban enterrados sus hijos.
Asimismo, recalcó que el asesino había sido diagnosticado con bipolaridad afectiva e ignoró el tratamiento con medicamentos que tenía que cumplir. De igual forma relató que tenía una denuncia por receptación por el hurto de una bicicleta. De igual forma contó que Darwin le dejó una nota en el escritorio a su jefe donde decía que le daba las gracias por todo y que estaba listo para irse a la casa de Cristo.
Este episodio se suma al calvario que ha vivido Paola desde aquel 28 de octubre, cuando su vida cambió para siempre. Mientras avanza el proceso judicial contra Darwin Beltrán, la madre enfrenta no solo la ausencia de sus hijos.