A Romario García Rodrigues, de 34 años, lo buscan las autoridades en toda Suramérica. Es señalado de ser uno de los más de mil manifestantes que ingresaron a las instalaciones gubernamentales de Brasil, en 2023, y vandalizaron los edificios en oposición al gobierno de Lula da Silva. Ahora el medio de comunicación El Tiempo informó que estaría escondido en Colombia. Lea: Otro sicariato en Cartagena: Luis Jiménez murió y mujer quedó herida
Romario, quien tiene una orden de extradición vigente, hace parte de la comunidad Lgbtiq y se considera un líder para su comunidad en materia de política.

Tras la violenta manifestación, los jóvenes escaparon a países como Chile, Perú y Argentina, donde muchos de ellos fueron capturados, pero Romario ha sido audaz y no han podido detenerlo. La Interpol hace parte de la investigación y búsqueda.
El Tiempo contó en una investigación sobre el caso que “durante semanas no hubo rastro de los calificados prófugos, que según autoridades peruanas estarían buscando llegar a México para contratar el servicio de un ‘Coyote’ que los ayudara a cruzar la frontera con destino a Estados Unidos. Sin embargo, medios locales aseguran que uno de los más buscados apareció en Colombia”.
El medio estableció, gracias a las redes sociales del prófugo, que el pasado martes 3 de diciembre estuvo en suelo cafetero y en una de las imágenes que subió en sus redes manifestó su deseo de “regresar a Brasil y entregarse a las autoridades”, pero minutos después eliminó la publicación.

La investigación por redes añade que el prófugo pide dinero a sus simpatizantes para financiar su fuga hacia Estados Unidos. Cabe destacar que tras las protestas, Romario fue capturado y encarcelado, pero días después fue dejado en libertad. Al parecer, esta persona permanece en Colombia.
El hombre ha manifestado ser simpatizante del exmandatario Jair Bolsonaro y querer el bien para Brasil, considerándose un entregado y vocero de su gente y que lucha por un mañana mejor para su país. El activista está acusado de los delitos de actos terroristas, incluidos los preparatorios, asociación criminal, abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, amenaza, persecución e incitación al delito.
