Salir de su lugar de trabajo luego de recibir una llamada fue la sentencia de muerte de Camilo Mendoza, el bolivarense que hallaron sin vida en zona rural del municipio de Repelón, Atlántico.
Las primeras versiones que hay sobre su confusa muerte indican que el hombre estaba el lunes 25 de noviembre en la plaza principal del municipio de Villanueva, Bolívar, donde trabajaba, cuando decidió irse por cuenta de una llamada que recibió. Esa fue la última vez que lo vieron con vida.
En la madrugada del martes 26, agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía encontraron su cuerpo en el la vía que conduce del corregimiento Las Tablas a la vereda Pita, en jurisdicción del municipio de Repelón (Atlántico). Desde entonces, son muchas las preguntas que se hacen quienes lo encontraron, sus familiares y las autoridades.
Según se ha dado a conocer, compañeros de Mendoza se extrañaron por su desaparición el lunes y decidieron llamarlo a su celular. La respuesta que recibieron les creó más dudas: al parecer, al otro lado de la línea una mujer les contestó que Camilo no podía hablar. Le interesa: Francisco Meza David, el motociclista que murió en Los Caracoles
Los reportes preliminares del hallazgo aseguran que el hombre tenía un impacto producido con arma de fuego en su oreja, por lo que están investigando lo sucedido como un homicidio. Sin embargo, sus familiares y allegados que se han pronunciado a través de redes sociales no salen del asombro por lo que sucedió. No entienden quién y con qué intenciones acabaron con la vida del bolivarense.
El cuerpo del hombre fue llevado a la morgue de Medicina Legal de Barranquilla, donde los forenses lo someterán a procedimientos de rigor para establecer las causas de su muerte. En simultáneo, las autoridades del Atlántico investigan el lugar del hallazgo y las personas con las que pudo haber estado Mendoza antes de ser asesinado. Siga leyendo: Ella era Sugeys Sumosa, la mujer que un sicario mató en Pasacaballos