“Para nosotros es muy duro esto que estamos viviendo, pero lo que ocurrió no fue un sicariato, a mi hijo lo asesinaron y se le llevaron la moto, los documentos y el dinero que tenía en los bolsillos. Eso no lo hace un sicario”.
Fredy está destrozado y cómo no si al menor de sus cinco hijos, Jhon Alexander Santoya Murillo, de 23 años, lo mataron a balazos, en la noche del pasado domingo 27 de octubre, en una calle del sector Los Girasoles del barrio Cerros de Albornoz. Murió al instante. Lea: Jhon Santoya, el joven que sicarios mataron en Albornoz: tenía 22 años
Sobre este crimen, la Policía Metropolitana confirmó que se trataría de un sicariato y que uno de los hombres que, presuntamente participó en el hecho de sangre, está capturado; sin embargo, el padre de Jhon considera que están equivocados.
“La Policía dijo eso, pero no dijeron que el sujeto que capturaron fue el que se escapó con la moto de mi hijo y por eso fue un poco fácil capturarlo. A él le encontraron otras pertenencias de mi hijo mientras que el otros huyó en una moto y parece que ya tienen detalles de él, pero no lo han capturado”, recordó el papá.

Añadió que “al capturado, que es del corregimiento de Pasacaballos, ya le hicieron varias audiencias y él no aceptó los cargos; sin embargo, un juez lo envió a la cárcel. Yo sé esto porque estuve en la audiencia de manera virtual y estoy al tanto de todo lo relacionado con el caso de Jhon”.
Fue a visitar a su mamá
Sobre los hechos contó que “mi hijo vivía con su mujer en el barrio Ceballos, pero esa noche fueron juntos en la moto a visitar a su mamá que vive en Albornoz. Lo que la mujer nos contó es que una moto con dos sujetos los interceptó en una zona solitaria y los hizo detener el vehículo. Ella se tiró de la moto y comenzó a correr, por eso se salvó”.
Luego llamó a los parientes de Jhon y les relató la tragedia. Al joven lo llevaron a un centro médico, pero los impactos fueron mortales.
“Es falso que él no estaba en la ciudad días atrás, ya que mi hijo casi nunca sale de la ciudad. Él siempre trabajó conmigo en temas de construcción, sobre todo de pintura, pero en la actualidad laboraba como mototaxista con la moto que le quitaron, una Bóxer que tenía tres meses de uso ya que un hermano se la compró para que la manejara”, explicó Fredy Santoya.
Finalizó recordando a su hijo como un joven trabajador, amable y alegre que no dejó hijos y que nunca estaba involucrado en líos o problemas, pese a que la Policía confirmó que tenía una anotación judicial en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) como indiciado presuntamente por el delito de violencia intrafamiliar.