El asesinato del asesino serial de niños Manuel Octavio Bermúdez Estrada, más conocido como ‘el Monstruo de los cañaduzales’, ha causado interés en todo el país y provocado todo tipo de opiniones.
Se trata de un peligroso asesino en serie del país, de 63 años, condenado a 26 años de cárcel por torturar, abusar sexualmente y asesinar a más de 21 niños en varios municipios del Valle del Cauca.

El hombre murió en el ataque a bala, a manos de una disidencia de las Farc, cuando fue emboscado el carro donde el Inpec lo trasladaba, junto a cuatro presos más, a una cárcel en Cali. Dos dragoneantes murieron en el hecho, al igual que un recluso. Lea: Asesino serial de niños murió en ataque a camioneta del Inpec
‘El Monstruo de los cañaduzales’ se encontraba pagando su condena en la cárcel La Tramacúa, donde estuvo a pocos metros de la celda del desaparecido asesino serial Luis Alfredo Garavito, de quien dijo en una entrevista que era su ídolo y que lo imitaba para cometer sus homicidios. Se desconoce si había sido trasladado o iba a cumplir con una audiencia en el Valle del Cauca.
Bermúdez Estrada, nacido en Trujillo, Valle del Cauca, fue capturado en 2003, luego que un niño se le escapara y lo denunciara a las autoridades. El hombre usaba la fachada de vendedor de helados para acercarse a los menores, en el rango de edad de 9 a 12 años, luego les ofrecía dinero para que se fueran con él y posteriormente los introducía a una plantación de caña para abusar de ellos y asesinarlos.

Su condena fue de 56 años de cárcel, posteriormente reducida a 26 y estaba en prisión La Tramacúa de Valledupar, según se tenía la información. Inpec explicará por qué lo llevaban hasta Valle del Cauca, sitio donde cometió todos los crímenes y había recibido el repudio colectivo, además de amenazas de muerte.
Manuel utilizaba un fármaco llamado lidocaína, perteneciente a la familia de los anestésicos locales, para anestesiar a sus potenciales víctimas. También utilizaba a menudo diversos objetos como cordones, jeringas, ampolletas y frascos.
