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Sucesos

Asesino serial de niños murió en ataque a camioneta del Inpec

En el ataque a bala fallecieron dos guardias del Inpec y dos reclusos. Tres personas más están heridas.

Asesino serial de niños murió en ataque a camioneta del Inpec

Asesino serial asesinado

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Las autoridades confirmaron que uno de los dos reclusos que murieron en la emboscada a un carro del Inpec, en la noche del jueves 17 de octubre, sobre la vía Popayán-Cali o Panamericana, a la altura del sector de Pescador, era Manuel Octavio Bermúdez Estrada, más conocido como ‘el Monstruo de los cañaduzales’, un peligroso asesino en serie del país, condenado a 26 años de cárcel por torturar, abusar sexualmente y asesinar a más de 21 niños en el Valle del Cauca.

Carro del Inpec emboscado en Cali
Carro del Inpec emboscado en Cali

Se conocía que el hombre, de 63 años, se encontraba pagando su condena en la cárcel La Tramacúa, donde estuvo a pocos metros de la celda del desaparecido asesino serial Luis Alfredo Garavito, de quien dijo en una entrevista que era su ídolo y que lo imitaba para cometer sus homicidios. Se desconoce si había sido trasladado o iba a cumplir con una audiencia en el Valle del Cauca. Lea: Los 2 guardias y los 2 presos muertos en emboscada a carro del Inpec

El terrible ataque, donde fallecieron el inspector Óscar Darío Bravo Pasuy y el dragoneante Michel Carlosama Pechene, además de un recluso que no ha sido identificado, fue rechazado por el Inpec. En un comunicado dijo que “condenamos el asesinato de nuestros funcionarios y reclusos, además, solicitando mayores medidas de protección para quienes trabajan en la seguridad penitenciaria en Colombia”.

Guardianes del Inpec muertos en emboscada.
Guardianes del Inpec muertos en emboscada.

El ataque con armas de fuego ocurrió a eso de las 10 de la noche. Un testigo de los hechos contó “ellos iban bien por su carril cuando empezaron a dispararles desde diferentes puntos de la montaña, hasta hacerlo volcar, porque el guardián que iba conduciendo falleció tras recibir varios impactos de fusil”.

Agregó que “cuando comenzamos a auxiliarlos, se escuchaban gritos de lamento. Luego los llevamos a un centro médico y nos tocó protegerlos y pedir ayuda ya que se conoció que los insurgentes iban a llegar a la clínica a rematar a los que quedaron vivos”.

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