Un absurdo e intolerante caso se vivió en una licorera y tienda de abarrotes del barrio San Alonso de Bucaramanga, Santander. La Policía entregó detalles de lo ocurrido.
Informó que Silvia Marina Lizarazo Figueroa, de 32 años, fue baleada tras negarse a fiarle una botella de aguardiente a unos desconocidos en su negocio.

Medios de comunicación de esa ciudad añadieron que ocurrió cuatro horas antes de que se disputara el partido entre Atlético Bucaramanga y Nacional en el Estadio Américo José Montanini, el lunes.
Tal parece que dos hombres, que se movilizaban en una moto marca Yamaha FZ, de color azul, llegaron hasta el negocio ‘Bucaramanguaro’, ubicada en la avenida Eduardo Santos e hicieron la solicitud.
Silvia de inmediato dijo que no podía fiar y que a ellos no los conocía, pero los sujetos siguieron insistiendo. A los pocos minutos los sujetos se retiraron del lugar pero minutos después regresaron a la licorera, y uno de ellos decidió dispararle a la mujer.
El proyectil le impactó el tórax anterior izquierdo y la comunidad se alertó por lo ocurrido. Trasladaron a la comerciante a la Clínica Comuneros, en donde la intervinieron quirúrgicamente. Está estable.
Las autoridades hicieron presencia en el lugar de los hechos y comenzaron la búsqueda de los responsables que escaparon en una moto de placa JSH-92F, con tan mala suerte que en su fuga chocaron contra un carro y resultaron heridos, además de capturados por la Policía.
Como si no fuera ya suficiente todo lo que hicieron, la Policía confirmó que la moto que usaban había sido reportada por hurto en días anteriores. Así las cosas, procedieron a incautar el vehículo y el arma de fuego con el que le dispararon a Silvia. Lea: Matan a menor, de 15 años, y le dejan un cartel: estudiaba en el Inem
El reporte oficial de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, comunicado por Q’Hubo, señaló que se trataría de un menor de 17 años y un hombre de 18, identificado como Jonny Yampier Cortés García.
El menor ya tenía anotaciones judiciales por lesiones personales y lesiones culposas, ambas durante el 2023. Ahora quedaron en manos de la Fiscalía por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, lesiones personales y receptación.