En la calle El Tancón del sector Rafael Núñez, en Olaya Herrera, se respira un aire de tristeza y desconcierto, esto porque uno de sus residentes fue asesinado, en la madrugada de este domingo 4 de agosto, y de manera atroz.
Se trata de Harold Polo Guardo, de 34 años, un supervisor de vigilancia de la empresa Prosea Ltda, que fue hallado muerto a un costado de la vía a Barú. Tenía una profunda herida en la cabeza. Lea: Caen 3 hombres por robo de ganado en Bolívar: así escapaban con la carne
Lo que se conoce hasta ahora es que Harold se trasladó en la noche del sábado, desde su vivienda en Olaya, hacia su lugar de trabajo en la isla. Iba en su moto y con toda su dotación de vigilancia.
No es claro el sitio exacto hacia donde se dirigía y si iba solo o no, lo cierto es que pasada la medianoche un transeúnte lo encontró sin vida, sobre un charco de sangre y a un costado de la carretera.
Tenía su uniforme, su carnet de identificación, pero ya no estaba la moto, sus botas, chaleco y el revólver de dotación que siempre usaba siendo supervisor de diferentes puestos de vigilancia de la empresa.
Su cuerpo estaba bocabajo y rodeado de maleza. De inmediato fueron alertadas las autoridades, llegando así patrulleros de la Policía Metropolitana que confirmaron su identidad y añadieron que fue asesinado con un objeto contundente.
El golpe en la cabeza habría sido producido con un madero o piedra y la principal hipótesis que maneja la Policía es un hurto. No descartan que los delincuentes lo tomaran por sorpresa o se ganaran su confianza para luego golpearlo repetitivamente, evitando que el vigilante pudiera defenderse.
Las autoridades se encuentran investigando lo ocurrido y por el momento no hay capturados. Estarían haciendo un seguimiento y análisis de cámaras de seguridad del sector para establecer el recorrido de la víctima esa noche y quién pudo interceptarlo.
“Era especial”
Mientras investigan el crimen y buscan a los responsables, una familia sufre y llora a Harold. Por redes sociales lo describen como una persona especial, trabajadora, sociable y alegre.
Añaden que se dedicaba a laborar para darle lo mejor a sus dos hijos y que en el barrio todos lo querían por ser carismático, extrovertido, pero muy responsable y soñador.
“Te vamos a extrañar. Lo que te pasó no es justo. Necesitamos que esto no quede impune. Siempre te recordaremos, amigo”. Escribió un allegado en sus redes sociales. Sus familia exige justicia.
Además de dedicarse a la vigilancia, Harold era creador de contenido. Tenía un perfil en Facebook llamado Las Ocurrencias del Mou, donde publicaba celebraciones, artistas de champeta, chistes, videos de humor y todo tipo de información para tener a sus seguidores alegres y desestresados.