El médico Juan Guillermo Aristizábal Vásquez, asesinado este jueves en la Clínica Medellín de El Poblado en circunstancias que son materia de investigación, vendría recibiendo amenazas desde hace tres años por parte de un paciente, de acuerdo con lo expresado por un grupo de personas cercano.
“Tuvo problema con un paciente que lo había amenazado previamente”, manifestó uno de los médicos con el que había trabajado en varios procedimientos en la Clínica Medellín y quien aseguró que las intimidaciones fueron reiterativas. Sin embargo, pese a las intimidaciones, que se habían prolongado en el tiempo y cuyo origen aún no se ha confirmado oficialmente por parte de ninguna autoridad, nadie se alcanzó a imaginar el fatal desenlace.

A este hecho atribuyen que sobre las 10:30 de la mañana de este jueves un hombre hizo presencia en el consultorio ubicado en el noveno piso de la Clínica Medellín, donde este urólogo había llegado a revisar unas historias médicas después de realizar unos procedimientos. Lea: Médico asesinado mientras atendía tenía 25 años trabajando en esa clínica
En ese momento, según explicó el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, “este hombre llega y se ubica en la sala de espera. Cuando llega el momento, se levanta y hiere a la enfermera del consultorio. Posteriormente ingresa al consultorio y agrede físicamente al médico con el arma de fuego”. Después de ocasionarle la muerte, al verse acorralado, el señalado victimario reingresó al consultorio y le prendió fuego al mismo, generando una humareda que distrajo la atención de las autoridades.
La identidad del presunto victimario no se pudo establecer en el sitio, por lo que no le encontraron documentos. Después las autoridades confirmaron que se llamaba Jhon Ferney Cano González. Las autoridades ya manejan algunas versiones que se están investigando sobre los motivos de las amenazas al médico Aristizábal que estarían relacionadas con su labor.
El Ministerio de Salud condenó el homicidio del médico y dijo que este tipo de hechos constituye una grave violación al Derecho Internacional Humanitario y a la Misión Médica en Colombia. Puede leer: ¡Terror en la clínica! Asesinó a un médico y le quemó el consultorio