Una familia, en Ocaña, Norte de Santander, volvió a tener paz y tranquilidad ya que uno de sus miembros fue liberado, luego de 33 días de cautiverio. Se trata de la universitaria Ana Valentina Vergel Guerrero, de 21 años, quien fue raptada el pasado 14 de enero, en una vereda del sur del Cesar.
“Gracias a Dios se acabó esta tortura”. Esas fueron las primeras palabras de la familia de la joven, después de darle ese esperado abrazo. Por la estudiante las autoridades habían ofrecido 30 millones de pesos de recompensa por su paradero.
La mujer fue liberada el sábado, a las 4 de la tarde, en el corregimiento Capitánlargo en Ábrego, Norte de Santander. Al principio dijeron que estaba en el sur de Bolívar, pero recientemente negaron que estuviera allá y confirmaron que la tenían en El Catatumbo.
“Estamos muy contentos porque por fin volvemos a tener a la niña en la casa, es algo que no podemos describir. Este mes fue muy duro para nosotros porque no sabíamos nada sobre ella, pero ya se acabó la tragedia”, dijo un familiar a un medio nortesantandereano.
Así pasó
Ese 14 de enero Ana Valentina se encontraba departiendo con sus amigas en un establecimiento comercial, ubicado en la vereda El Cimarrón, cuando llegaron hombres armados que se movilizaban en dos vehículos y una moto.
Al verificar que se trataba de la joven, los pistoleros la obligaron a ella y sus acompañantes a subirse a los carros, sin embargo, la Policía fue alertada por la comunidad y se produjo un intercambio de disparos en la zona.
“Al presentarse el cruce de disparos, los delincuentes abandonaron uno de los vehículos con las tres jóvenes que acompañaban a Valentina. Ellas no sufrieron daños en su integridad física, pero no logramos rescatarla a ella”, relató el coronel Eduardo Chamorro, comandante de la Policía del Cesar.
El grupo que la secuestró nunca exigió dinero a cambio de su liberación, tampoco se comunicó con su familia.