La cartagenera Paola Sierra García, madre de Michel Dayana González, la menor asesinada brutalmente el pasado 7 de diciembre en Cali, se dirigió por primera vez a los medios de comunicación sobre el atroz crimen.
En diálogo con Tu Barco, la madre de Michel Dayana habló por primera vez, después de que Harold Andréi Echeverry, el presunto asesino de su hija, quien apareció desmembrada en un taller en el barrio San Judas, aceptara su responsabilidad del atroz crimen, tras ser capturado. Sin embargo, enfatizó que su captura no le genera del ‘todo un alivio’. Lea aquí: En Cartagena vive la abuela de Michel, la niña asesinada brutalmente en Cali
“Él sabía lo que iba a hacer. La intención era violarla, matarla y después tirarla como un perro a la calle, por eso todo lo quitó (las cámaras resultaron dañadas)”, resaltó la mujer.
“Si le soy sincera, para mí, no es un consuelo que lo hayan cogido. Sí, se va a hacer justicia por ella, pero ese desgraciado ni siquiera que se muera nos va a quitar este dolor que tenemos. Me gustaría que le hicieran sentir todo lo que ella sintió, merece sufrir”, añadió la mujer.
De hecho, la madre, que tiene su familia en el barrio Olaya Herrera en Cartagena, enfatizó que debería existir la pena de muerte. “Hay casos en los que debería existir la pena de muerte, como estos. No se merece el aire que respira”.
En medio del diálogo con Tu Barco, la madre de Michelle Dayana afirmó que no es fácil hablar sobre este hecho. “Es algo que me tortura cada día. Es algo que no me deja tranquila”, aseguró.
“Quisiera tenerlo de frente”
“Quiero saber qué pasó de aquí para allá (dentro del taller), cómo él la pudo reducir, cómo comenzó todo, porque ella tuvo mucho sufrimiento. Quisiera tenerlo de frente y decirle eso. Quiero que me diga todo lo que pasó con mi hija, cómo pudiste ser capaz”, afirmó la cartagenera, quien resaltó que el presunto asesino de su hija tenía todo planeado.
Sierra dijo que Harold Echeverry solía estar en la tienda local, esperando a las niñas para acosarlas y ofrecerles golosinas. Lea aquí: Se llevan $53 millones de una casa de cambio: hubo balacera y un capturado

“Se sentaba, comenzaba a darles mecato, a darles dulces, ofrecerles cosas. Se ponía a esperar a las niñas, a mirarlas. Ese día, Dayana salió a comprar unos dulces, él esperó a que ella pasara y pasó lo que pasó”, agregó.
En ese sentido, reveló otros detalles de la noche de ese 7 de diciembre, Día de las Velitas, pues afirmó que algunos vecinos escucharon gritos y ruidos. “Hay vecinos que escucharon, que los gritos, que se escucharon ruidos. Incluso, una vecina le dijo a su marido que llamara, no llamó. Si hubieran actuado a tiempo, esto no hubiera pasado”.