En las audiencias que se adelantan ante un jueza de control de garantías de Bucaramanga, una fiscal de la seccional de Santander le imputó el delito de feminicidio agravado a Pablo Julián Lozano Pinto, de 28 años, por la muerte de su madre, Lucía Juliana Pinto, de 47 años.
El lamentable suceso ocurrió en la mañana de ayer jueves 21 de septiembre, en el tercer piso de un apartamento en la calle 51 con carrera 20 del barrio La Concordia, de Bucaramanga, Santander. Lea aquí: En venganza: queman bus que atropelló a menor de 15 años que murió
En el relato entregado por la fiscal se conoció que ya había antecedentes de agresión de Pablo Julián Lozano contra su progenitora. “Cuando lo iba a visitar a Medellín y en la misma casa de Bucaramanga, le pegaba puños, patadas y la amenazaba de muerte. Era misoginia con su mamá, pese a que ella intentaba a ayudarlo a salir de la drogadicción”, relató la Fiscalía.
Además, se señaló que Pablo Julián Lozano Pinto culpaba a su mamá de su orientación sexual y por su adicción a las drogas, motivos por los que ayer la habría asesinado.
“Hubo una discusión y una vez más la agredió con patadas y palabras soeces; esta vez no hubo amenazas sino que la mató. Tomó un cuchillo y fueron 30 puñaladas las que le causó, le quería causar dolor. Fue con sevicia y crueldad excesiva”, expresó la fiscal. Lea aquí: La cruel muerte de una mujer por perder un arma de fuego del Clan del Golfo
Otros detalles que se conocieron durante la audiencia de imputación fueron que Lozano Pinto no tenía ninguna enfermedad mental acreditada y era consciente de lo que estaba haciendo.
En el buzo que llevaba puesto quedaron rastros de sangre y fue él quien le abrió la puerta a los policías y les confesó que había matado a la mamá, que estaba en una habitación. Lea aquí: Mompox: Cortó a una menor de 16 años con una botella y Policía la capturó
Ante la pregunta de la juez de garantías si aceptaba los cargos, el hoy imputado contestó, “Guardo mi derecho a guardar silencio”..., por lo que la juez lo tomó que no aceptaba los cargos.
Por el delito de feminicidio agravado, podría recibir una condena entre 500 y 600 meses de prisión.