La justicia aún cojea en el proceso judicial que busca establecer si el médico cirujano Eduardo Alfonso Quintero Martínez es responsable de la trágica muerte de su amigo Erick Jhoan Cortés Muñoz en un acto de intolerancia.
Un año después de aquel terrible hecho, que ocurrió en el Centro Histórico de Cartagena, los familiares del docente Cortés Muñoz siguen esperando que haya justicia.
El profesor de matemáticas recibió un fuerte golpe en la cabeza al caer sobre un bolardo de concreto, tras presuntamente ser empujado por Quintero en medio de una discusión esa madrugada del 8 de julio de 2022. Le puede interesar: Por empujón murió docente en el Centro Histórico y un médico está en líos
“En estos momentos estamos en la etapa de las audiencias virtuales, pero este caso avanza muy lento. Primero, para la captura (del presunto responsable) fue un proceso de meses porque no le daban la orden a los investigadores.
“También han habido muchas incapacidades y eso retrasa el proceso, y puede hacer que se venzan los términos y nos perjudica a nosotros, porque no puede ser que un presunto asesino quede libre por vencimiento de términos”, ha manifestado María Cortés, hermana de Erick, a El Universal.
A Quintero Martínez, de 46 años, lo capturó la Policía Metropolitana a mediados de diciembre pasado con orden judicial por el delito de homicidio agravado. Lo retuvieron en su casa, en el barrio Torices. Le puedo sugerir: Video: Así murió un docente por empujón de médico en el Centro Histórico
El procesado, asegura María Cortés, permanece desde entonces en la Estación de Policía de Los Caracoles al ser cobijado con medida de aseguramiento por un juez de Garantías y ser llamado luego a juicio, tras ser acusado.
En esas audiencias han declarado hasta ahora un primo y el papá de Erick Cortés.
Delatado por videos
Para los familiares de Cortés Muñoz no hay duda que a él no le practicaron de manera oportuna los primeros auxilios esa madrugada del 8 de julio porque su amigo no dijo la verdad. Lea también: Buscan a 2 menores cartageneros que desaparecieron en el mar, en San Andrés
“¿Qué se merece para mi? Que pague lo que hizo. Por lo menos su familia lo podrá ir a ver a la cárcel cada ocho días, pero a nosotros nos toca ir a un cementerio cada ocho días y orarle a Dios que mi hermano descanse en paz”, ha precisado María.
Al caer, Erick se golpeó fuertemente en la cabeza con un bolardo de concreto. Al ver que se puso mal por el golpe, el médico Quintero trasladó al docente a un centro hospitalario.
Primero embarcó a Erick en un taxi con destino al parqueadero de La Marina, donde estaba estacionada su camioneta. De ese lugar lo llevó a la Clínica San José de Torices, donde Quintero trabajaba.
María cuenta que “cuando ingresó a mi hermano a la Clínica San José Torices le dijo a todo el personal médico que Erick iba por intoxicación etílica. Lea: ¿Por qué mataron al odontólogo Luis Vergel en Blas de Lezo? Habla su familia
“Le pusieron tres destrozas a chorros, pero mi hermano no respondió y una médica de turno dijo que le hicieran un TAC urgente. Eduardo no dejó que atendieran a mi hermano y se lo llevó, y fue después cuando lo llevó a casa de mi mama”, relata María.
“Al ver que mi hermano no respondió, mis papás decidieron llevarlo a la clínica La Ermita el 8 de julio en horas de la tarde. Le pusieron destroza, y al ver que no respondió, le ordenaron tomografía y se dieron cuenta que mi hermano tenía hematomas en la cabeza, uno en el lado frontal y otro en el occipital”, relata la pariente.
Erick Jhoan nunca recuperó el conocimiento y, tras sufrir muerte cerebral, falleció casi ocho días después, en la madrugada del domingo 17 de julio. Lea: ¿Lo citaron? A electricista lo mató un sicario cuando cayó al intentar huir
“En la clínica donde trabajaba pudo haber dicho: ‘sálvenle la vida a Erick, yo le pegue, fue una discusión, yo no quise hacerlo’, que pudo haber sido un accidente, pero no lo hizo así”, recalca la hermana de Cortés Muñoz.
“Mis padres están en una completa tristeza, porque es duro ver como ese señor entregó a mi hermano en esas condiciones a mis padres sabiendo que era mejor haberlo dejado en el hospital. De pronto se hubiese salvado mi hermano. Siempre diré que ese señor tuvo agallas para hacer eso”.