Por sus “malas mañas”, a Samir José Urango Pérez le cerraron las puertas de su casa y fue su vecina Alba Luz De Arco Catalán quien se apiadó de él y le dio posada en su vivienda para dormir.
Para Samir, ese gesto de buen samaritano quizás no significó mucho. Al quinto día de estar durmiendo en casa de Alba Luz, el hombre mató sin compasión a la mujer para robarle solo 175 mil pesos.
Siete meses exactos después de aquel asesinato, un juez con funciones de Conocimiento de Cartagena ha condenado a Samir Urango Pérez a 18 años y 6 meses de prisión por los delitos de homicidio agravado y hurto calificado agravado. Le puede interesar: ¡Horror en Palestina!: mató a su vecina y el papá lo entregó a la Policía

La Fiscalía asegura que las pruebas aportadas por un fiscal de la Seccional Bolívar fueron contundentes para que el juez tomara esa decisión.
Lo conocía desde niño
Por vivir en la misma calle de Palestina, Alba conocía a Samir desde niño y quizás por eso no dudó en ofrecerle su casa para que no durmiera la calle. Tal parece que a su vecino lo sorprendieron robando en su casa y por eso no lo dejaron entrar. Le puedo sugerir: A prisión el vecino que habría asesinado a mujer para robarle 175 mil pesos

Ese lunes 5 de diciembre en la madrugada, y antes de irse a trabajar como mototaxista, el compañero sentimental de Alba le dejó a ella una cierta cantidad de dinero para que comprara algunas cosas.
El dictamen de la necropsia al cadáver, realizada por peritos forenses de Medicina Legal, precisa que la muerte de De Arco Catalán fue por asfixia mecánica. La víctima, además, tenía hematomas en el cuello.
“Labores de Policía Judicial permitieron establecer que la víctima le habría dado posada al hoy investigado, toda vez que lo conocían desde pequeño y no tenía donde vivir pero este, al parecer, aprovechando esa confianza, la habría atacado para presuntamente hurtarle 175.000 pesos”, concluyó la Fiscalía en las audiencias concentradas. Lea también: ¡Frente a su mujer! Así mataron a mototaxista: la Policía capturó al sicario
Desde el mismo día del crimen, Samir Urango permanece encerrado en la Cárcel de Ternera y ahí seguirá por 18 largos años.
