La supuesta guerra entre dos familias en el barrio José Antonio Galán, mejor conocido como La Pajarera, ya cobra dos vidas en tres años.
John Deivis Mendoza Julio, de 16 años, recibió una cuchillada por la espalda que lo atravesó y le perforó uno de sus órganos vitales. El menor estuvo internado en el Hospital Universitario del Caribe, pero luego de nueve días debatiéndose entre la vida y la muerte falleció el lunes 25 de septiembre.
La cuchillada que recibió John fue propinada, supuestamente, por un vecino que vive cerca a su casa. Lea aquí: Por un viejo lío, vecino lo mata de una cuchillada en La Pajarera
“Él estaba ese día (18 de septiembre) aquí en la casa y un conocido del barrio lo llamó a la esquina. Al rato un vecino lo acuchilló por la espalda”, comenta una tía del menor asesinado.
Entre los habitantes del barrio se comentaba que Mendoza Julio habría participado en una riña de vecinos ese sábado 18 de septiembre, pero su familia asegura que su muerte fue premeditada.
Allegados a la familia afirman que los líos entre vecinos se originaron hace tres años, cuando en medio de una discusión, al parecer, un tío de la persona que mató a John Deivis asesinó a un primo del menor, que respondía al nombre de Luis Felipe Garcés Hernández.
En 2018
Garcés Hernández estaba en una esquina del sector La Pajarera celebrando el Día del Padre y el triunfo de Colombia contra Polonia en el Mundial de fútbol de Rusia junto a su mujer y varios amigos cuando llegó un sujeto apodado ‘el Chapa’. Dicen que el sujeto estaba bajo los efectos de drogas alucinógenas y empezó a insultar a varias personas. Le puede interesar: Cuatro asesinatos en Cartagena, tres de ellos en riñas
“Estaba reclamando porque, según, no lo dejaban meter vicio”, indicó un pariente de Luis. Luego, sería este mismo hombre quien buscó un arma y abrió fuego contra las personas que festejaban.
Luis recibió un balazo en el pecho y otro en el abdomen, lo trasladaron a un centro medico, pero llegó sin signos vitales.
Familiares de los primos John Deivis y Luis Felipe dicen estar viviendo un infierno. “El barrio está muy triste por la muerte de John, nosotros no encontramos consuelo, sus amigos no salen del asombro”, comenta un allegado.
En el sepelio del menor, vestidos de blanco, con fotografía de él grabadas en el pecho y con carteles que decían “Queremos justicia”, sus familiares le pidieron a las autoridades que den con los responsables de estos dos crímenes, quienes al parecer se dieron a la fuga luego de quitarle la vida a John Deivis.
Entre lagrimas, la madre de Mendoza Julio dijo que “eso fue una injusticia, una maldad, mi hijo no se metía con nadie, queremos que paguen por lo que hicieron, solo queremos justicia”.
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