Eran las siete de la noche del viernes 29 de agosto. Andrés Eduardo López Hernández iba en su moto y ya estaba próximo a llegar a su vivienda, en el municipio de Santa Catalina, cuando un suceso lo cambió todo.
El fuerte impacto que tuvo con una camioneta lo dejó gravemente herido, por lo que lo remitieron a la Clínica Barú. Siete días después, falleció.
“Eso fue en la vía La Cordialidad, por la ruta 90, cerca a la rotonda. Él regresaba de Cartagena”, dijeron los familiares del hombre, de 35 años, que dejó una hija pequeña.
Sobre qué ocasionó o cómo ocurrió el accidente de tránsito aún no hay información oficial. La familia de Andrés asegura que la camioneta se le atravesó y lo arrolló, y que el supuesto vehículo infractor está detenido en un patio de la Policía de Tránsito. Serán las autoridades las encargadas de continuar con las investigaciones respectivas del fatal accidente.
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Sobre Andrés, sus familiares contaron que era ayudante electricista y que laboraba en una empresa en Luruaco, Atlántico. Además, confirmaron que su deceso ocurrió a las cuatro de la madrugada del domingo y que el levantamiento de su cuerpo “fue indignante”. Manifestaron su dolor no solo por la muerte de su ser querido, sino por el proceder de los agentes encargados de esta diligencia.
“Se llevaron el cuerpo en la parte trasera de una camioneta, es desagradable ver a un familiar así”, dijo uno de ellos.
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