El patrullero Mauricio Andrés De Aguas Méndez, quien murió en extrañas circunstancias el martes a las 10 de la noche en el Comando de la Policía Metropolitana, en el barrio Manga, tenía 10 años en esa institución y contaba con más de 40 felicitaciones y condecoraciones, entre ellas el distintivo de citación presidencial de la victoria militar y policial.
Sobre el hecho, el Comando de la Metropolitana informó que De Aguas, miembro del Goes (Grupo de Operaciones Especiales), llegó a las 9:50 de la noche a las instalaciones del Subcomando de Policía con la finalidad de hacer entrega de armamento.
“En ese momento, y en circunstancias que son materia de investigación, se produjo un disparo de su arma de dotación que terminó ocasionándole una herida. Pese a que fue trasladado a un centro asistencial, llegó sin signos vitales”, señala el Comando de la Policía.
Una de las versiones indica que cuando se disponía a entregar su arma de fuego de dotación oficial, tras terminar su turno de servicio, se le habría disparado accidentalmente luego de una mala práctica o maniobra en el Armerillo. Lo llevaron rápidamente a la Clínica La Ermita, en el Pie de La Popa, pero los esfuerzos fueron en vano.
“La institución expresa sus condolencias a sus familiares, comandantes y amigos. Así mismo, el CTI de la Fiscalía General de la Nación adelanta las labores investigativas que permitan esclarecer totalmente lo ocurrido”, precisa el Comando de la Metropolitana.