El último hecho de sangre que recuerdan los habitantes de San Estanislao de Kostka (Arenal) ocurrió en marzo de 2019, cuando en plenas fiestas de carnavales un adolescente de 15 años fue acuchillado en siete oportunidades en una caseta.
Las autoridades lo identificaron como Kener José Hurtado Guzmán y ese suceso causó indignación, pues además de ser un niño, la comunidad se preguntaba cómo permitían la entrada de adolescentes en esos sitios donde se suponía estaba prohibido. Fue en medio de una riña que asesinaron al joven estudiante.
Casi dos años después, la sangre vuelve a correr por las calles de Arenal. Aún cuando las festividades relacionadas con los carnavales, coincidencialmente, no están autorizadas por motivos del COVID-19, si hay quienes departen en lugares violando las restricciones decretadas para evitar la propagación del virus.
En la noche de ayer sábado, Kevin Javier Echenique Díaz, de 19 años, salió con su mujer a departir a una cantina que está en inmediaciones de los barrios Rincón Guapo y Las Materas. El establecimiento está en medio de una parcela y es muy frecuentado, y fue por eso que la pareja decidió ir al lugar y allí se encontraron con varios amigos.
Después de haber estado un rato gozando, de un momento a otro aparecieron dos sujetos en una moto y con sus rostros cubiertos con pasamontañas. Se acercaron a Kevin Javier y le dispararon en varias oportunidades. De esas balas una se alojó en su cuello y la otra en la cabeza, por lo que quedó tirado en el piso sin que se pudiera hacer algo para salvar su vida. Eran cerca de las 8 de la noche de ayer sábado.
Quienes estaban en el lugar corrieron a ocultarse y de inmediato los pistoleros se dieron a la fuga. La mujer del difunto lloraba sobre el cuerpo, que quedó en medio de un charco de sangre.
Miembros de la Sijín llegaron al lugar de los hechos y realizaron el levantamiento del cuerpo y de inmediato se iniciaron las investigaciones. El cadáver fue trasladado a la morgue de Medicina Legal, en Cartagena.
De ‘los Lisura’
En portales de noticia de San Estanislao se señala que Kevin supuestamente era un joven integrante de la pandilla ‘los Lisura’, quienes tienen azotados a los moradores del pueblo con sus continuos robos a personas, locales comerciales y ganaderos de la región. Dentro de las primeras hipótesis se señala que la muerte de Kevin podría tratarse de un ajuste de cuentas.
Sobre este hecho la Policía de Bolívar no se ha pronunciado ni se ha confirmado si efectivamente el fallecido tenía antecedentes o si de verdad pertenecía a alguna pandilla.