La suerte o la muerte. Las acciones delictivas de los llamados “micos” del narcotráfico transcurren por esa delgada línea, que hace parte de un complejo engranaje dirigido por bandas dedicadas al tráfico de estupefacientes en el Caribe colombiano.
Las labores específicas de estas personas: “contaminar” con drogas grandes embarcaciones que van hacia el extranjero por medio de una modalidad muy peligrosa, que se hace en altamar y en medio de las tinieblas.
Precisamente, se cree que ese podría haber sido el modo mediante el cual metieron más de una tonelada de droga en un buque mercante que estaba en aguas de Cartagena, hecho que se descubrió el sábado de la semana pasada (9 de enero del 2021).
Cerca de las 3 de la madrugada de ese día, el Dusseldorf Express, un buque portacontenedores con bandera de Bermudas construido en 1998, estaba a 9 millas náuticas de la bahía de Cartagena. La embarcación, con calado de 12 metros y capacidad de carga de 4.616 TEU, hacía una ronda a la espera de la autorización para llegar a puerto (drifting).
El capitán de Fragata Luis Fernando Lara Cogollo, comandante de la Estación de Guardacostas de Cartagena, de la Armada Nacional, indicó que fue entonces cuando el capitán del buque notó que algo inusual ocurría. Al revisar su radar, descubrió una embarcación pequeña que se acercaba y fue cuando alertó a la Torre de Control de Tráfico Marino sobre la presencia de varios sujetos que abordaban el buque de manera irregular.
Un equipo de la unidad de Guardacostas acudió al llamado y tras recibir la autorización de la Capitanía de Puerto escoltó al buque hasta una zona de fondeo seguro en la bahía de Cartagena, en un sector conocido como Cuatro Calles.
Cinco efectivos de la Armada subieron al buque para hacer la inspección. “Por la información se buscaba a las personas que subieron al barco, se hablaba de polizones. Cuando llegamos y empezamos con la inspección, una de estas personas se lanzó al agua, pero la pudimos recuperar. Fue entonces cuando supimos que podía haber algo más”, indicó el comandante de Guardacostas.
Los miembros de la Armada, apoyados por dos perros antinarcóticos, revisaron la cubierta del barco, que es muy amplia y tiene muchos espacios oscuros y recovecos. En esta zona, en partes distintas, encontraron a otros cuatro hombres escondidos. Todo indica que serían las mismas personas que subieron al barco por la embarcación pequeña.
En total fueron cinco hombres los encontrados en el barco de manera irregular, que están entre los 28 y 35 años. Estas personas son oriundas de Pereira y del Urabá Antioqueño.
El coronel John Rodríguez, comandante de la unidad Antinarcóticos de la Policía, confirmó que hace apenas unos seis meses uno de estos hombres ya había sido atrapado en otro buque como polizonte en el área de Cartagena.
Tras hallar a los cinco extraños, miembros de la Policía Antinarcóticos llegaron al buque y junto a los integrantes de la Armada realizaron una acción conjunta para inspeccionar la nave y descubrir si en alguna parte de esta o en los contenedores que transportaba habían ocultado droga.
Era una acción posible solo gracias a la pericia de los funcionarios de Antinarcóticos y de la Armada, teniendo en cuenta que el barco llevaba cerca de 2 mil contenedores.
Empezaron a hacer un proceso llamado perfilamiento, que consiste en identificar las zonas donde están los contenedores con acceso estratégico y verificar el estado de estos.
Fue así como los funcionarios ubicaron 15 contenedores. Como sospechaban tras la incursión de los desconocidos en el barco, en tres de estos hallaron paquetes con bultos de clorhidrato de cocaína. A esos contenedores les habían forzado las barras de seguridad.
En total encontraron 51 costales con 1.539 kilos de cocaína de alta pureza. También hallaron 5 kilos de una droga sintética de color rosado llamada 2CB (anfetaminas).
“Los paquetes de droga tenían diferentes marcas, por lo que se entiende que tienen diferentes dueños. Dos de esas marcas ya las habíamos detectado en procedimientos anteriores. Respecto al 2CB, en muchos de los casos esta droga sintética, caracterizada por su color rosado, es utilizada como parte de pago por los narcos por su valor”, señaló el comandante de Guardacostas.
Por su parte, el coronel Rodríguez explicó que la droga pertenecería a la banda criminal Clan del Golfo. No se sabe a dónde sería enviada, pero lo cierto es que el barco llegó a Cartagena y ahora va camino al puerto de Tanger (Marruecos), luego a Italia y posteriormente llegará a España. Estos dos últimos destinos son algunos de los preferidos por los narcos, teniendo en cuenta que en estos países el valor de la droga se triplica en el mercado negro.
Los cinco hombres hallados en el barco fueron conducidos e identificados. Aunque fueron dejados en libertad posteriormente, las autoridades realizan las indagaciones para determinar si en realidad fueron ellos o no quienes subieron la droga al buque mercante haciendo de “micos”.
“Esta modalidad de los ‘micos’ es usada por migrantes que se van de polizones en las embarcaciones, como en Somalia, pero también por narcotraficantes. La modalidad consiste en que los narcos mandan a varias personas en botes pequeños que se pegan a los barcos mientras estos van navegando, es una maniobra súper peligrosa en altamar: la lancha pegándose al buque, usar escalerillas de varillas o de aluminio para engancharlas al buque y subir, y fuera de eso en medio de todo ese movimiento subir con los costales donde llevan la droga para contaminar la embarcación. Los llaman los ‘micos’ por esa forma en que se trepan tan rápido a los buques por las escalerillas”, contó el capitán Lara.
Pese a todo lo que suponen esas acciones, los llamados “micos” exponen sus vidas. Labores de inteligencia dejan ver que por uno de esos “trabajos” podrían ganar hasta $80 millones.
Son operaciones con una logística criminal complicada, donde intervienen más de diez personas. “Estas bandas narcotraficantes tienen todo muy bien estudiado. Conocen las rutas, el itinerario de las embarcaciones, a dónde van los contenedores donde guardan la droga, entre otros aspectos que estudian mucho”, señaló el coronel Rodríguez.
Incluso, acciones de las autoridades han dejado ver que en algunos casos los narcotraficantes cuentan con el apoyo de miembros de la tripulación, que ayudan a los “micos” a ubicar rápidamente las cargas de droga en los contenedores que ya tienen marcados previamente.
