La Brigada de Infantería de Marina No. 1, con sede en Corozal y la Policía Nacional pusieron a buen recaudo a un sujeto que habría participado en acciones de terrorismo en varios municipios de Bolívar.
El capturado, al parecer, participó en la fijación de grafitis en los municipios de San Jacinto, El Carmen de Bolívar y en el corregimiento de Puerto Badel (Arjona), que hacían alusión a un grupo delincuencial.
Este hombre cayó en un puesto de control de tropas del Batallón de Infantería de Marina No. 13 e integrantes de la Policía de Tránsito y Transporte, en la vía que conduce de San Onofre (Sucre) a Cartagena (Bolívar).
Cuando verificaron su identidad, las autoridades establecieron que esta persona está relacionada en las investigaciones de quienes realizaron dichas acciones ilícitas para generar zozobra en la comunidad de los Montes de María.
Una vez arrestado a la altura del corregimiento de Nueva Esperanza, municipio de Maríalabaja, cuando se movilizaba en una motocicleta color negro, portando un arma de fuego, el presunto miembro del Clan del Golfo fue dejado a ordenes de la Fiscalía.
La Fuerza Pública realiza permanentes operaciones militares y policiales para contrarrestar acciones de violencia y actividades delincuenciales entre los departamento de Sucre y Bolívar.
Hasta lo corrido del año 2020, las autoridades han capturado a 355 presuntos integrantes de organizaciones delincuenciales en la región, entre estos supuestos miembros de la estructura delincuencial “Héroes del Caribe”.
Nota de seguimiento (20/01/2021)
Luego de las investigaciones de las autoridades se pudo esclarecer que el capturado no hace parte de las estructuras del Clan del Golfo ni participó en los grafitis que atemorizaban a las poblaciones afectadas, como inicialmente informó la Armada Nacional.
Según certificados recientes emanados de las autoridades competentes, y por petición del abogado Jaider Díaz Solano, se conoció que el capturado fue detenido por porte de arma de fuego sin el debido permiso, falta consagrada en el Artículo 365 de Código Penal Colombiano.
“Contrario a lo informado por las autoridades, él goza de respeto, reconocimiento y buena reputación entre los habitantes de su municipio y pueblos cercanos”, señala Díaz.