Ruidos y una aparente discusión fue lo que escucharon los vecinos en la vivienda donde residía Anlly Pérez Gómez, una subteniente de la Policía Nacional que en su hoja de vida tenía más de 30 felicitaciones.
Su muerte es materia de investigación por parte de las autoridades. Lo único que se sabe es que momentos antes de escucharse un disparo, el domingo en la tarde, quien la acompañaba era su pareja sentimental: el subintendente de la Policía Jeison Orozco Orozco.
Para muchos de sus compañeros, esta mujer tenía una prominente carrera en la institución, pues en sus 4 años, 5 meses y 29 días en la Policía había demostrado ser una mujer de armas tomar y daba todo por el servicio a la comunidad. “Estaba disponible las 24/7 y donde se le requería allí estaba”, recordó un colega.
El lamentable hecho ocurrió a las 5:30 de la tarde del domingo en el barrio Santa Catalina, de Sincelejo. Lo que se dice es que la pareja, después de haberse tomado unas cervezas en su vivienda, habría discutido fuertemente, tanto que sus vecinos alcanzaron a oír las voces en tonos altos y acaloradas. Después de un corto silencio se escuchó un disparo.
Una versión señala que sería Orozco Orozco quien habría llamado a sus propios compañeros para que lo ayudaran con Anlly.
También se dice que vecinos llamaron a la Policía y estos al llegar al sitio se dieron cuenta que se trataba de la subteniente Pérez Gómez, de 24 años y oriunda del municipio Pensilvania (Quindío). La joven tenía una herida en el cuello con orificio de salida en la cabeza.
Miembros de la Sijín se pusieron al frente de la investigación y capturaron al subintendente que convivía con la suboficial. El sargento fue trasladado a la URI de la Fiscalía, después que en el sitio del hecho hallaran su arma de dotación.
Anlly Pérez era comandante de un CAI en Sincelejo y llevaba poco tiempo viviendo con su pareja.