Un proceso judicial por el delito de terrorismo que es adelantado por un Fiscal especializado de Medellín; vinculado a la planeación y ejecución del secuestro del avión Fokker de Avianca en 1999 y presunto autor del asesinato de varios integrantes de la Fuerza Pública.
Ese es parte del prontuario delictivo de alias ‘Mocho Tierra’, segundo cabecilla del frente de guerra ‘Darío Ramírez Castro del Eln que fue abatido en una operación militar en área rural del municipio de Montecristo, Sur de Bolívar.
Según el Ejército, también sería el responsable del secuestro del cabo segundo Jair de Jesús Villar Ortiz en la vereda El Diamante, del municipio de Segovia, Antioquia, en febrero del 2016. Junto con ‘Mocho Tierra’ murieron otros tres supuestos guerrilleros.
El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, confirmó que la operación se dio luego de una labor de inteligencia del Ejército que permitió que tropas de la Fuerza Aérea Colombiana llegaran a la vereda La Cachaza, donde de manera preliminar se incautaron de tres fusiles de asalto, tres pistolas, proveedores, munición, equipos de comunicaciones, material de intendencia y documentación de interés.
El reporte militar indica que ‘Mocho Tierra’ llevaba más de 27 años en el Eln y tenía bajo su mando tres frentes de guerra. Además, se conoce que se desempeñó, entre otras actividades, como cabecilla de la compañía ‘Héroes de Tarazá’ y actualmente estaba encargado de acopiar las finanzas derivadas del narcotráfico y la explotación ilícita de yacimientos mineros en la región, cuyos dividendos mensuales eran de unos cuatro mil millones de pesos.
“Con la neutralización de alias ‘Mocho Tierra’ y de tres guerrilleros del frente de guerra ‘Darío Ramírez Castro’ se afecta el subsistema de mando y control de la organización, y además se neutralizan acciones estratégicas de expansión criminal sobre los departamentos de Antioquia y Bolívar”, dijo el Ministerio de Defensa.
El 12 de abril de 1999, el Fokker 50 de Avianca desapareció de los radares después de despegar del aeropuerto de Buacaramanga con destino a Bogotá con 46 pasajeros, seis de ellos miembros del Eln. Poco después se supo que el avión aterrizó en una pista clandestina que resguardaban unos 50 guerrilleros en la vereda El Piñal, entre los municipios de Simití y San Pablo, en el Sur Bolívar.
Los 35 pasajeros y seis tripulantes emprendieron una travesía de 30 minutos por el Río Magdalena, en tres lanchas y fueron internados en la espesura de la selva. Al día siguiente fueron liberadas cinco personas, entre ellas un bebé de 3 meses. Dos días después, quedaron en libertad dos pasajeros más. Uno de los secuestrados murió en cautiverio y los demás fueron liberados entre junio de 1999 y el 22 de noviembre del 2000.