Los dos máximos cabecillas de una banda criminal conocida como ‘los Descuartizadores’, al servicio del ‘clan del Golfo’, fueron condenados en una decisión de segunda instancia del Tribunal Superior de Sincelejo que confirmó la sentencia de 60 años de prisión para ambos por los delitos de homicidio agravado, desaparición forzada y concierto para delinquir agravado.
“Con esta decisión queda ejecutoriada la mayor condena que ha obtenido la Fiscalía General de la Nación contra integrantes de organizaciones criminales”, dice ese organismo en su portal web.
Los condenados Héctor Mauricio Torres Torres, alias ‘el Soldado’, cabecilla de ‘los Descuartizadores’; y Alberto Elías Restrepo Arias, alias ‘Hormiga’ y jefe de sicarios, participaron con dos sujetos más en unos 40 homicidios que ocurrieron en la Costa Caribe entre 2009 y 2010.
“Las evidencias permitieron conocer que la red criminal asesinó, desmembró y sepultó a cinco personas en una finca ubicada en la vía Montería (Córdoba) -Arboletes (Antioquia).
“Los asesinatos fueron ordenados porque en el ‘clan del Golfo’ creían que las víctimas hacían parte de la organización delincuencial conocida en su momento como ‘los Paisas’, con la que sostenían una violenta disputa por el control de las rutas de narcotráfico”, dice la Fiscalía.
El mismo fallo impuso 42 años de cárcel a Andrés Giovanny Rivero Guzmán, alias ‘Esteban’, un exoficial de la Policía señalado de coordinador algunos asesinatos en Bogotá; y 26 años y 6 meses de prisión a Sindy Paola Contreras, excompañera sentimental de alias ‘el Soldado’.
En una información publicada por El Universal el 23 de octubre de 2010 se habló por primera vez de ‘los Descuartizadores’, luego que fuera descubierto un plan criminal para asesinar al juez que lleva el caso de esa banda.
El macabro nombre de la banda surgió cuando, luego de varias conversaciones telefónicas interceptadas, detectaron que tres de sus víctimas habían sido asesinadas y luego descuartizadas en una finca en la vía que de Montería va a Arboletes. Dos de ellas fueron identificadas como Norvey Ayala Acuña y Luney Acuña Ayala.
Los cuerpos fueron reconocidos luego de practicarles las respectivas pruebas de ADN. Sus familiares contrataron los servicios funerarios en Bogotá para que recogieran los restos y los llevaran a Antioquia.
