La angustia terminó. Esta mañana tras 11 meses de una espera interminable, los hermanos Dairo y Wilmar Rivera Rodríguez, asesinados el 14 de marzo de 2019, recibieron cristiana sepultura en su natal San Cayetano, corregimiento de San Juan Nepomuceno.
Estas personas fueron secuestradas y asesinadas por varias personas armadas, quienes tras sacarlas de su finca en esa misma población, le exigían a su familia de 350 millones de pesos por devolverlos con vida.
La honras fúnebres se realizaron en la iglesia central de San Cayetano, en donde un gran número de habitantes, entre familiares, amigos y conocidos, se acercaron para darles el último adiós a estas personas que al interior de la comunidad fueron catalogadas como unos campesinos trabajadores, luchadores y honorables.
Escenas de desconsuelo, de dolor y de profunda tristeza fueron las que se vivieron en medio de los actos litúrgicos en la iglesia y camino al cementerio de la población.
¿Porqué hicieron esto? Eso lo que muchos aún se preguntan. En San Cayetano solo hay desconcierto y toda una familia que le pide a las autoridades que este crimen no quede en la impunidad.
Exigen que las personas que fueron capturadas respondan por lo que hicieron y que realmente digan por qué acabaron la vida de estos hermanos, y que les apliquen una pena ejemplar.
Los detenidos
Tras el secuestro y posterior asesinato, las autoridades capturaron a seis personas, cuatro están la cárcel y dos tienen detención domiciliaria. En ese grupo está Nelly Luz Yepes Posso, esposa por más de 30 años de Wilmar y madre de sus dos hijos. Uno de los capturados, a pesar de no aceptar cargos, ha colaborado con la justicia, y fue quien entregó la ubicación de la fosa y de los cuerpos. Además, habría dado información de que la esposa de Wilmar, presuntamente habría dado la orden de este crimen. Este jueves serán llevados a juicio por tres delitos, en el Centro de Servicios Judiciales, en la plaza Benkos Biojó, en Cartagena. Medicina Legal, en Barranquilla identificó los cadáveres y determinó que fueron asesinados por asfixia mecánica.