La celopatía y la rabia propiciaron una tragedia hace un año en el barrio Líbano de esta ciudad, cuando un hombre en medio de una discusión le propinó dos balazos a su compañera sentimental y, tras pensar que ella había muerto, se encerró en el cuarto y se dio un balazo, convirtiéndose en un suicidio de conocimiento público que generó mucho impacto en Cartagena, en enero de 2019. El agresor y posterior suicida era miembro activo de la Policía Nacional y su mujer, por fortuna, al poco tiempo se recuperó de las heridas.
Un caso similar sucedió en el mes de junio, en el barrio Nuevo Paraíso, donde otro hombre atentó contra su expareja y luego se quitó la vida a mitad de la calle. Todo, al parecer, porque ella no quería seguir con la relación amorosa. En este caso, por desgracia, la mujer sí murió cuando era atendida en una clínica.
Estos casos son, quizás, algunos de los más sonados en una ciudad que en los últimos dos años ha registrado más de 80 suicidios por distintas causas. Según cifras oficiales entregadas por el Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS), en el año 2018 ocurrieron 42 suicidios (38 hombres y 4 mujeres) y, a corte de noviembre, en 2019 hubo 37 (30 hombres y 7 mujeres). A esos hay que sumarles los cuatro no oficiales del mes de diciembre, en el que en el último fin de semana del año hubo tres casos, uno de ellos un paciente del Hospital Universitario del Caribe que se lanzó desde un piso alto. La cifra llegaría a 41 casos mostrando una reducción mínima, de un caso, con lo que el balance general sería el mismo tanto en 2018 como en 2019.
La cifra es preocupante, pues 41 suicidios significan que cada mes hay, en promedio, 3,4 casos en la ciudad, lo que indica que los casos sucedieron, en promedio, con menos de 10 días de diferencia. En el 2019, la mayoría de los casos se presentaron por problemas de depresión motivados por rupturas amorosas o crisis económicas y las víctimas fueron de diferentes edades. Solo en diciembre, por citar un ejemplo, hubo 4 casos en los que las víctimas tenían 18, 59, 30 y 25 años.
Sobre estas preocupantes cifras, este medio consultó con la líder del programa de salud mental del DADIS, Ángela Armesto, quien dio algunas recomendaciones en caso de conocer a alguien que haya amenazado con atentar contra su vida.
¿Cómo identificar
a un posible suicida?
“Es un mito pensar que quien se va a suicidar no avisa, ya que generalmente las personas con pensamientos o ideas estructuradas de acabar con su vida lo demuestran a través de su comportamiento. Inician haciendo verbalizaciones respecto de lo bueno que será la vida sin ellos, regalando objetos preciados, o cambiando hábitos en su rutina. Es decir, dejan de hacer aquellas cosas que anteriormente para ellos eran placenteras. En el caso de los hombres, está asociado a cambios económicos, laborales o en el estado marital; en las mujeres se encuentra asociado a problemas afectivos de relaciones de pareja o pérdidas inesperadas”.
¿Por qué tantos casos en los últimos años?
“El índice de suicidio a nivel distrital se encuentra asociado a varios factores. El primero es la falta de red de apoyo con que cuentan algunos de los pacientes con trastornos de salud mental, en especial con trastornos del estado de ánimo (cuando hablamos de red de apoyo hacemos referencia a ausencia de familia y/o cuidadores), siendo esta una de las causas más graves de suicidio, dado que la primera recomendación para este tipo de pacientes es que no pueden permanecer solos.
“Segundo, el consumo de sustancias psicoactivas, dado que muchas personas en crisis de abstinencia atentan contra sus vidas e integridad.
Otro factor identificado en el aumento de este comportamiento, en especial dentro de la población joven, es el uso inadecuado y desenfrenado de la información encontrada en las redes sociales, ya que muchas veces se dejan impactar de forma negativa con las vivencias observadas en otras personas o la forma en que algunos medios a veces informan temas como el suicidio, ya que en ocasiones lo muestran como una alternativa para la solución de los problemas”.
¿Qué hacer cuando conocemos a alguien que quiere hacerse daño?
“Lo primero es acompañarlo, no dejarlo solo en ningún momento, mientras activamos de manera inmediata la Ruta de Atención en Salud Mental, en la cual una situación como esta es considerada una urgencia. Esa persona debe ser llevada de manera inmediata a la urgencia y luego de una valoración por especialista se determina si amerita o no una atención intrahospitalaria o ambulatoria.
Como familiares o cuidadores siempre debemos procurar que los pacientes tengan adherencia al tratamiento recomendado por el especialista”.
¿A dónde se debe
llamar?
“Existe una línea a nivel distrital que es la línea 125 del Centro Regulador de Urgencias, la cual está disponible las 24 horas los siete días de la semana. En esta línea hay profesionales de la salud mental dispuestos a orientar y atender a aquellas personas que se encuentran en crisis. Así mismo, desde el programa Dimensión de Convivencia Social y Salud Mental del Dadis para la prevención de conductas como el suicidio, nos encontramos trabajando de la mano con vigilancia para realizar seguimiento a todos los casos reportados por las IPS a través del Sivigila, con el objetivo de verificar la atención dada por las instituciones prestadoras de salud, la adherencia de los pacientes a los tratamientos y brindar asesoría a familiares respecto a los cuidados que requieren las personas que han tenido antecedentes”.
¿Por qué las personas llegan a ese extremo?
“Identificar con claridad por qué una persona llega hasta el extremo del intento de suicidio o suicidio, puede variar. Algunas investigaciones demuestran que la conducta está altamente relacionada a trastornos de estado de ánimo (depresión y trastorno bipolar), dificultades en la toma de decisiones y en las habilidades de afrontamiento”.
¿Qué consejos daría para que este número
de casos baje?
“Como programa de salud mental siempre que estamos en comunidad tratamos de dar recomendaciones que propenden por la atención y disminución de los casos de suicidio. La primera recomendación que hacemos es hablar, no quedarse callado, hablar sobre los sentimientos y emociones que en ocasiones nos consumen y llevan a tener una visión ‘túnel’ respecto a la vida. A los que escuchan siempre les recomendamos que no desmeriten los sentimientos de las otras personas, que seamos sensibles a los cambios de comportamientos de nuestros allegados, que entre nosotros siempre estemos dispuestos a atendernos y a activar la Ruta de Atención en Salud Mental.
“Otra acción más específica que hacemos a través de las llamadas de seguimiento de los casos, es que a los familiares de aquellos pacientes que presenten más de un intento de suicidio, se les recuerda que son casos de extrema atención, por lo que no solo les damos la recomendación a los cuidadores, sino también a las entidades promotoras de salud a mantenerse en contacto y hacer continuo seguimiento de su paciente para evitar recaídas lamentables”.