El docente arjonero Ariel López Romero, de 43 años, es la última víctima. Lo hallaron en su casa con una herida profunda en el cuello. El crimen ocurrió en el barrio Las Moras, del municipio de Soledad -Atlántico-, en donde el bolivarense era profesor hace algunos años.
Según Caribe Afirmativo, Ariel López participaba de actividades realizadas por esa colectividad en la Casa de Paz de Soledad, en donde lo hacía de manera frecuente en talleres de formación para personas pertenecientes a la comunidad Lgbti.
Solo unos días atrás, esa misma comunidad se estremeció con otro crimen de similares características.
El vendedor de celulares Johny Jiménez Martínez fue encontrado desmembrado en un pozo artesanal, el pasado 8 de julio, en Montelíbano. El arma homicida fue un machete y, según la Corporación Córdoba Diversa, se trató de un asesinato con matices pasionales, de odio y homofobia.
Wilson Castañeda Castro, director de la Corporación Caribe Afirmativo, dice que desde el 2012 en el país ocurren anualmente entre 105 y 115 homicidios de personas declaradas abiertamente Lgbti.
De esa cifra, la región Caribe, que incluye los departamentos de Bolívar, Atlántico, Córdoba, Cesar, La Guajira, Sucre y Magdalena, aporta cerca del 25%, es decir, entre 23 y 28 casos.
A nivel nacional, los lugares donde más se cometen este tipo de homicidios son Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá. En la Costa, el departamento donde mayormente suceden asesinatos de personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersex es Atlántico y en segundo lugar, Bolívar.
Datos preliminares de Caribe Afirmativo indican que en Bolívar, en el 2018, hubo siete asesinatos de personas Lgbti. Esto representa una reducción de dos muertes en comparación con 2017.
El arma usada con mayor frecuencia es el arma blanca. De cada 10 homicidios de personas Lgbti, seis fueron cometidos con arma blanca, dos con objetos contundentes y dos con armas de fuego.
Castañeda sostiene que mientras que en el país los homicidios en general se cometen principalmente con arma de fuego, los asesinatos de los Lgbti son distintos, lo que dejaría en evidencia que son cometidos con sevicia y atrocidad.
“Cuando los homicidios se cometen con arma blanca y con objetos contundentes generan mayor violencia y sufrimiento de la víctima. El análisis sociológico que hacemos es que los agresores usan estas armas para que las personas Lgbti tengan mayores niveles de sufrimiento y para que todos los que sepan de ese crimen se atemoricen. De ahí que vemos casos de mujeres trans que las matan de 25 puñaladas, a otros los matan con el golpe de un martillo en la cabeza”, explicó Castañeda.
Las principales víctimas de asesinatos en esta comunidad son los gais, con 45%, y en segundo lugar las mujeres trans, con 40%.
Según Caribe Afirmativo, los asesinatos de gais suelen ocurrir en sus residencias o en lugares privados, mientras que las de las mujeres trans en su mayoría suceden en espacios públicos.
“En la mayoría de los homicidios de los gais, el agresor usa la seducción como una manera de acercarse a la víctima. Llega a la casa de esta persona o la cita en un lugar privado haciéndose pasar como si tuviese algún interés afectivo por él y cuando ya la víctima está tranquila, el homicida aprovecha y perpetra el asesinato. En el caso de las mujeres trans, los crímenes están relacionados más con el desprecio que sienten los victimarios hacia ellas por la manera como construyen sus cuerpos. Entonces como la mayoría de mujeres trans están en las calles o parques, ya sea porque se dedican al trabajo sexual o este es el lugar donde expresan libremente su identidad, estos espacios se convierten en los escenarios donde se perpetran los asesinatos”, explicó Wilson Castañeda.
Wilson Castañeda manifiesta que las cifras de asesinatos de personas Lgbti no son la única preocupación, pues las amenazas panfletarias hacia lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex han aumentado en la región Caribe en los últimos años.
En estas amenazas generalmente se les advierte a los miembros de esta comunidad, sin referirse a nadie en particular, que abandonen la población o sino los matan. Este tipo de amenazas se han visto principalmente en el Sucre y en segundo lugar en Bolívar, registrando casos mayormente en los Montes de María y en Cartagena.
Un aspecto importante dentro de los crímenes de personas Lgbti es alto grado de impunidad.
Caribe Afirmativo es un observatorio de derechos humanos donde documentan y hacen seguimiento a los hechos de violencia en el Caribe contra las personas Lgbti. Tienen escuelas de liderazgo; en estos espacios forman, empoderán y acompañan a los miembros de la comunidad. En el departamento hay dos escuelas; una en El Carmen de Bolívar y otra en Cartagena.
Forman a las autoridades de la región Caribe para atender la violencia contra las personas Lgbti y para que no los terminen victimizándolos. Exhortan a los alcaldes y gobernadores de la región a que hagan practicas preventivas y políticas públicas para atender sus necesidades. Trabajan para que las autoridades fortalezcan los mecanismos de seguridad y protección de las lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex.


