Establecer quién ordenó el ataque a bala contra uno de los ocupantes de una camioneta blindada el pasado 11 de mayo en el barrio El Campestre, cerca de la iglesia, va a ser una tarea difícil tras la muerte del otro presunto sicario que participó en ese hecho.
Rubén Darío Maldonado Ospina y Daniel José Contreras Blanco, según la Policía, fueron los sujetos que desde una moto dispararon contra el vehículo donde también iba un funcionario del CTI de la Fiscalía. En medio del tiroteo, fue abatido esa tarde del sábado Maldonado Ospina, mientras que Contreras Blanco quedó gravemente herido. Este sospechoso nunca se pudo recuperar y ayer murió en la Clínica Blas de Lezo.
La Policía dijo un día después que el atentado no fue producto de un caso de fleteo, sino de un ataque directo contra uno de los ocupantes de la camioneta. “La reacción de los que se desplazan en el vehículo es usar sus armas, todas con documentos, y dar muerte a uno de los hombres involucrados en el hecho”, dice la Policía.
Las investigaciones dejaron entrever que el atentado era contra una de la personas que va dentro de la camioneta, quien sería comerciante y está resolviendo un caso relacionado con invasión de tierras. “Esta persona ha presentado acciones judiciales para evitar esas invasiones y a eso se debería el ataque”, confirma la institución.
Rubén Darío Maldonado tenía 33 años y era oriundo de Pereira. La Policía reveló días después este individuo sería el mismo sicario que participa en un hecho de sangre ocurrido en enero de este año en la calle Mompox, en Pie de La Popa.
De Daniel Contreras Blanco no hay mayor información porque nadie había ido hasta ayer tarde a la morgue de Medicina Legal, en el barrio Zaragocilla, a reclamar su cadáver.