“Aprovecha esta segunda oportunidad, hijo. Haz una oración de fe. Hazla conmigo. Pídele a Dios que te perdone todos tus pecados”.
Ángela María Meza Rodríguez no pierde la fe en ningún momento. Ve a su hijo sufrir y siente su agonía, pero eso no le impide creer en que José Luis Salcedo Meza va a salir bien de la UCI del Hospital Universitario del Caribe.
Sus plegarias, sin embargo, y las de José, no pueden romper lo que está escrito. El corazón de Salcedo se detiene tras sufrir un paro cuando son las 6 de la mañana del jueves. Ese día termina la lucha en la que se mantiene por casi una semana tras ser impactado por una bala en el abdomen mientras está en el barrio Jorge Eliécer Gaitán, en el municipio de El Carmen de Bolívar.
El día de la tragedia, 15 de marzo, José sale con un amigo de su casa, en ese mismo sector, para rifar pescados y ganarse unos cuantos pesos. De regreso se encuentran con un sujeto apodado ‘el Monín’.
“Ellos ya iban otra vez para la casa. En el camino estaba ese muchacho y empezó a discutir con José. Mi hijo siguió caminando y el amigo, Yan Carlos, iba detrás. En ese momento, ‘el Monín’ sacó un cuchillo y cortó a Yan Carlos. Cuando José se dio cuenta, se devolvió y lo persiguió”, dice Ángela.
En la persecución, ‘el Monín’ logra adelantarse varios metros y se encuentra con él Chino’, con quien José tiene líos pendientes.
“Él -José- no sabía que estaban armados y se quedó esperando. De repente, ‘el Chino’ sacó el arma y se la dio a ‘el Monín’”, agrega la mujer, que asegura que José los reta a disparar.
Ángela cuenta que Salcedo le grita a su verdugo que “si la vas a pegar, pégala” y ‘el Monín’ no titubea en halar del gatillo. Un proyectil sale del arma y se aloja en el costado izquierdo de José, quien corre como puede hasta una casa del barrio El Silencio.
Tras recibir los primeros auxilios en esa población, es remitido al HUC en Cartagena, en donde es sometido a dos cirugías, pero uno de los pulmones resulta muy afectado y su salud poco a poco empeora, hasta que muere.
