Ni en la casa de Dios los niños están seguros. Y es que es triste, pero real, que a la hora de hacer el mal o echar rienda suelta a pensamientos pervertidos, cualquier fachada es válida.
Viste decente, es amable y colaborador. Lo ven en todo momento en una iglesia cristiana de Cartagena, en donde le nace enseñar a los más chicos sobre la Biblia. Con su cálida sonrisa no hay cabida para sospechas de lo que realmente quiere hacer.
A ese sujeto tan especial lo conocen con el alias de el Petero y para la Policía de Infancia y Adolescencia es un presunto depredador sexual.
Según la Policía, este hombre, de 39 años, instruye a los más pequeños sobre el amor de Dios, pero luego los invita a su casa y con regalos y dádivas los somete. Les practica sexo oral para que después los menores tengan sexo con él.
Los vejámenes de el Petero llegan a su fin cuando la mamá de uno de los menores denuncia el caso. En ese momento se conoce que son dos niños más los que han caído en la garras del supuesto depravado. Las investigaciones terminan con el arresto del presunto violador en el barrio Canapote. Tras ser presentado ante un juez de Control de Garantías, lo aseguran en la Cárcel de Ternera.
Debe responder por acceso carnal abusivo con menor de 14 años, acceso carnal violento, actos sexuales violentos y demanda de explotación sexual comercial.