Los conductores de buses intermunicipales se siguen negando a utilizar la vía Campaña, que fue adecuada y habilitada hace menos de dos meses en los alrededores de la Terminal de Transportes. (Lea aquí: Conductores se niegan a usar vía Campaña)
Esto luego de que Yesid Gaspar Melgarejo, conductor de un bus intermunicipal que cubre la ruta Turbaco-Cartagena, fuese apuñalado en medio de un atraco.
Los hechos sucedieron este jueves 7 de marzo, cuando Melgarejo se movilizaba por la recién habilitada carretera junto a una pasajera y un ayudante.
Según contó el conductor a El Universal, dos hombres se subieron al vehículo y con un punzón lo amedrantaron para que entregara sus pertenencias y el producido del día, al oponerse uno de los sujetos lo atacó con el arma blanca en una de sus manos.
Sin embargo, los presuntos delincuentes lograron llevarse el dinero de la jornada laboral y el celular y bolso de la pasajera.

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REDACCIÓN SUCESOS“No hay seguridad”
Tras este suceso, el gremio de conductores intermunicipales afirma que en la vía no hay garantías de seguridad para los usuario ni para ellos, pues esta “es una carretera despoblada y la Policía no hace presencia, por lo que los vándalos aprovechan para hacer sus fechorías”.
Además de eso, los trabajadores del volante aseguran que la nueva ruta genera incomodidad en los usuarios e incremento en sus gastos de operación.
Por ello y hasta tanto no se les brinde el acompañamiento correspondiente, los conductores insisten en seguir utilizando la carretera de La Cordialidad, para entrar y salir de la Terminal.
Con decreto en mano
Pese a estos argumentos, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), está próximo a emitir un decreto en el que deja por sentado que la ruta que deben usar los buses intermunicipales e interdepartamentales es la vía Campaña.
Firmado el decreto, vehículo que no sea de una ruta urbana y sea sorprendido en La Cordialidad será sancionado con un comparendo.
Cabe recordar, que con esta nueva medida se busca darle cumplimiento a los decretos 1079 de 2015 y 170 de 2001, en los que se establecen las reglas y normas que deben cumplir en este caso las terminales y con ellas todas las empresas de transporte.
En estos documentos se establece que los automotores deben ingresar por vías que no interfieran con el transporte urbano de la ciudad, generando problemas de movilidad.

