El reloj marca las 10 de la mañana de este domingo y el miedo invade la mente de un adolescente. Tiene dos heridas de bala y su sangre corre demasiado rápido. Además de los nervios que le produce pensar en la muerte, el joven debe lidiar con el dolor físico.
Uno de los proyectiles atraviesa su cabeza y otro uno de sus brazos, pero en ningún momento pierde la consciencia. El muchacho es ingresado a la Clínica Madre Bernarda minutos después de resultar herido en el sector Careperro, del municipio de Arjona, y las circunstancias no son muy claras.
Una fuente judicial manifiesta que la mala suerte de la víctima llega en medio de una supuesta riña, originada entre pandilleros cuando muchos de los habitantes de esa población aún están dormidos, ayer.
El joven es auxiliado por vecinos y llevado al Hospital Local de Arjona, en donde le brindan los primeros auxilios y lo estabilizan, pero por la gravedad de las heridas es remitido en una ambulancia a Cartagena, en donde, al cierre de esta edición, hacían todo lo posible por mantenerlo con vida.
La identidad del menor de edad no ha sido revelada por la Policía, por motivos de seguridad. Los uniformados investigan si en realidad el adolescente fue atacado por líos entre pandillas.
El Universal intenta contactar a sus familiares en las afueras del centro asistencial, en la mañana este domingo, pero es imposible.
Lo último que se sabe del estado de salud del joven es que es atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos por el impacto que recibe en la cabeza. Los médicos de la Madre Bernarda estarían asegurándose de que la bala no haya afectado su cerebro.