El dolor se esparcía entre imágenes dolorosas y llantos. Varios niños vestidos de blanco y con banderas del mismo color caminaban junto a un pequeño cajón, mientras se escuchaba sonar una banda colegial.
Algunos portaban carteles pidiendo justicia y entonces un llanto quebró los corazones de muchos. Era el de la abuela de la pequeña Sofía Bermúdez Figueroa, niña de 7 años que murió el sábado tras recibir una bala perdida en la cabeza cuando un sicario intentaba asesinar a su madre, Karen Figueroa, quien salió herida en el hecho, en San Fernando. “Mi princesita Sofía, tú que querías que te hiciera tu fiesta de cumpleaños”, decía la abuela de la pequeña.
El padre de la menor iba junto a la mujer, también llorando. Compañeros de colegio, familiares y allegados a la niña caminaban junto al féretro, que salió a las 4 de la tarde de la funeraria Lorduy en La Providencia y fue llevado en brazos hasta el cementerio Jardines de Cartagena. Allí fue sepultado y se supo que su madre no pudo ir, pues está en delicado estado en una clínica por las heridas que sufrió en un glúteo, un brazo, un hombro y un dedo. Por su estado, no le han podido decir que su hija murió.
La Policía indicó en su momento que los autores materiales del hecho están identificados y que los buscan, y que el motivo del ataque es pasional.
