“No vamos a decir nada”. Eso fue lo único que pronunció una familiar de Hidis Patricia García ayer en la mañana, al ser abordada mientras retiraba el cuerpo de esta de la morgue de Medicina Legal.
Hidis fue una de las cuatro personas a las que policías abatieron el martes de la semana pasada, en Olaya Herrera. Pero ayer no solo entregaron el cadáver de la joven, también el de John Rivas y Mauricio Carrascal, otros de los abatidos. El de Jaime Beltrán ya lo habían entregado la semana pasada a sus familiares.
Ayer, el cuerpo de Hidis era trasladado en un carro fúnebre a su natal Carepa, Antioquia, mientras que el de Mauricio lo llevaron a Cocorná, en el mismo departamento, de donde era oriundo. El de John Rivas lo llevaron a Apartadó, también en Antioquia, donde los suyos lo sepultarán. A Jaime Beltrán lo enterraron también en la tierra que lo vio nacer: Montelíbano, Córdoba.
Identificados a plenitudCon la plena identificación de los cuerpos (dos fueron ingresados a la morgue como NN), y con la entrega de estos a sus dolientes se cierra un capítulo de una historia de horror que empezó el 19 de marzo, con los asesinatos de tres policías en la Ye de Olaya, junto a la vía La Cordialidad.
Ese día, el auxiliar bachiller Miguel Batista, el patrullero Ervin Sayas y el intendente Ciro Duarte estaban en un puesto de control vehicular. De pronto, cuatro sicarios en dos motos llegaron. Uno de los parrilleros bajó y mató a balazos a los tres uniformados, mientras que dos auxiliares se salvaron.
En una persecución que terminó en la vía principal de El Pozón, la Policía abatió a uno de los presuntos sicarios, alias ‘el Joaco’, mientras que otro, apodado ‘el Banano’, resultó herido. Este último fue llevado a una clínica y allí un juez legalizó su captura y lo aseguró con cárcel. La misma noche del día del triple crimen, la Policía capturó en El Pozón a Hidis García, John Rivas, Mauricio Carrascal y Jaime Beltrán, junto a otras dos personas, tras ser señalados de pertenecer a una estructura del ‘Clan Úsuga’, banda criminal que estaría tras el asesinato de los tres policías.
Las seis personas fueron llevadas ante una juez que las dejó en libertad por un error en el procedimiento de captura, pero solo tres días después fueron abatidas en el sector El Tancón de Olaya. La Policía asevera que enfrentaron a bala a policías y que les hallaron tres armas de fuego y una granada de fragmentación.El día anterior, la Policía ya había capturado a cinco presuntos miembros de la misma banda, que fueron asegurados con cárcel. El triple crimen de los policías sería una retaliación del ‘Clan Úsuga’ por los continuos golpes e incautaciones de droga que le han hecho este año. Pese a ello, la banda organizó el que fue el segundo paro armado en el país, que dejó varios policías muertos y heridos en distintas zonas del país.

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REDACCIÓN SUCESOS



