Un hombre en aparente estado de embriaguez falleció al caer del balcón de la casa, ubicada en un segundo piso en la calle principal de Chapacuá.
Comentan los vecinos que a Roberto Ricardo Ramírez Racero, de 49 años y oriundo de Lorica, Córdoba, le gustaba salir a rumbear y que ayer estuvo tomando tragos. Al parecer el estado de alicoramiento lo hizo perder el equilibrio y precipitó su caída a la terraza de la casa vecina.
De acuerdo con los testigos, Roberto estuvo sentado comiendo a eso de las 4 de la mañana de hoy en el balcón de la casa en la que vivía arrendado. El balcón no tenía barandas ni ningún tipo de protección, lo que representaba un peligro inminente.
Los vigilantes de la cuadra se percataron de lo que hacía Roberto a esas horas de la madrugada y le dijeron que tuviera cuidado y que mejor se fuera a dormir, pero Roberto no hizo caso.
A las 6 la mañana unos jóvenes que transitaban por el lugar se dieron cuenta del cuerpo del hombre que estaba tendido en la terraza de una casa con un charco de sangre. Inmediatamente empezaron a gritar “un muerto, un muerto” y los vigilantes volvieron al lugar para percatarse que Roberto había hecho caso omiso a sus sugerencias.
Además de la falta de seguridad en el balcón; las escaleras que conducen al apartamento del segundo piso, donde residía el fallecido con su hijo, no tienen rejas u otro tipo de protección a los lados.
Roberto, quien era vigilante de la Corporación Punta Gigante en Bocagrande, deja cuatro hijos, uno de ellos residía con él.
