Tumbaron los elementos de atención, sacaron cuchillos y gritaron hasta que el personal médico se puso al frente del caso. Bastante atemorizados por lo que pudiera ocurrir llamaron a la Policía que encontró a dos pandillas enfrentadas en el San Diego de Cereté.
Momentos de pánico vivieron los pacientes y familiares que se encontraban en la sala de urgencias y en el área de observación del hospital Sandiego de Cereté cuando se enfrentaron miembros de dos pandillas.
Las primeras versiones señalan que hasta el centro asistencial llevaron a un hombre que minutos antes había sido herido, con arma blanca, en una riña.
Ante la cantidad de pacientes que había en el hospital, especialmente niños y mujeres embarazadas, los médicos tardaron en atender al herido, situación que generó entre sus compañeros, al parecer pandilleros, molestia y fue cuando empezaron a gritar a médicos y a enfermeras.
Tumbaron los elementos de atención, sacaron cuchillos y gritaron hasta que el personal médico se puso al frente del caso. Bastante atemorizados por lo que pudiera ocurrir decidieron llamar a la Policía del municipio.
No habían pasado mucho tiempo cuando llegó un nuevo grupo de jóvenes que decían estar buscando al joven herido para rematarlo.
El líder de la nueva pandilla era un hombre alto, moreno, quien llevaba en la mano un puñal.
De manera rápida saltaron la pared que comunica con la sala de urgencias y en pocos segundos estaban al interior del hospital.
Los pacientes gritaban atemorizados, los médicos pedían calma y las enfermeras corrían de un lado para otro tratando de salvarse de la agresión entre una y otra pandilla.
Como minutos antes los médicos habían llamado a la policía para evitar desmanes esta llegó y fue justo cuando se encontró que al interior del Sandiego había dos pandillas en disputa.
Tuvieron que utilizar gases lacrimógenos para dispersar la multitud y controlar la situación en medio de un nutrido grupo de enfermos y de familiares que a esa hora esperaban atención médica.
Los gases afectaron aún más la salud de los enfermos pero, según la Policía, era la única forma de evitar una tragedia mayor.
La Policía indicó que está analizando un video grabado por una persona que se encontraba en el lugar con el fin de judicializar a las personas que protagonizaron los desórdenes en el hospital del municipio de Cereté.
