Este loriquero fue recluido en el hospital de Sincelejo tras comerse un plato de arroz amanecido que el mismo había envenenado la noche anterior para erradicar las ratas que había en su vivienda.
El hombre vive en el corregimiento La Chivera, jurisdicción de Palmito Sucre, en compañía de su mujer, Marta Yánez, y de sus tres hijos.
Antonio Manuel echó veneno en un plato de arroz y lo dejó en la esquina de la cocina. Al día siguiente se levantó en la madrugada con mucha hambre y lo primero que vio fue el plato de arroz.
Se le olvidó por completo que le había echado raticida y se lo comió sin ningún recelo.
Salió a cortar palma y a los pocos minutos se sintió mareado y con fuertes dolores de estómago, razón por la cual sus familiares lo trasladaron al puesto de salud de la locali-dad donde le diagnosticaron envenenamiento y lo remitieron al hospital de Sincelejo donde permanece en observación.
El olvido estuvo a punto de causarle la muerte pues él mismo había preparado la ‘trampa’ para que cayeran las ratas y resultó víctima de su propio invento.
