El belga Raf Simons imaginó a una mujer delicada y de recatada sensualidad para la colección Dior de alta costura presentada en París. Como princesas medievales de depurada silueta, las modelos deambularon entre los invitados que descubrieron esta colección otoño-invierno en el calor generoso de una tarde estival en los jardines del museo Rodin. “El jardín de las delicias” fue el título que Raf Simons dio a su colección, colocada bajo la inspiración de los pintores primitivos flamencos de su país natal.Largas túnicas con severos escotes dieron una tonalidad hierática a algunas figuras, por momentos evocadoras del universo de la serie “Game of Thrones”.Pero la austeridad gótica de los cortes contrastó con la riqueza de materias bordadas y efectos de drapeado, característicos de la alta costura.El estilo medieval también apareció en la superposición de cota de malla enjoyada, que se lleva como un chaleco sobre los vestidos. Los tapados que hicieron famosa a la casa fundada en 1946 por Christian Dior hicieron eco a las capas medievales.









