Todo estaba preparado para dar el mejor espectáculo a las mujeres más lindas de Colombia. En su intervención, el presidente de la Junta Directiva del Club de Profesionales agradeció a los astros por permitir que el estado del tiempo estuviera a favor para presentar la comparsa que este año recordaría a las divas del mundo, y harían un homenaje a las 26 candidatas del Concurso Nacional de Belleza (CNB).Todo estaba preparado para dar inicio al espectáculo, pero repentinamente empezaron a caer grandes gotas de agua. Nadie lo podía creer, el cielo no se veía tan nublado, pero empezó a llover.
Las reinas corrieron a resguardarse, para evitar poner en ries-go su salud y arruinar sus hermosos peinados y vestidos negros con cortes asimétricos, diseñados por Johana Ortiz.
Atrás les siguieron los socios e invitados especiales del Club. Nadie se escapó de la lluvia; hombres y mujeres elegantes, se olvidaron del glamour y la etiqueta, y echaron a correr a un sitio seguro, mientras pasaba la lluvia.
Pero las reinas estaban felices. En medio del caos, reían, conversaban y se tomaban fotos con los invitados y daban entrevistas a los medios. A Raimundo también se le notaba tran-quilo y sonriente. “Nada se puede hacer es el Planeta”, me dijo.
Las sillas vestidas de blanco con rosado para sentar a las candidatas, se mojaron, al igual que la pasarela, las mesas y el escenario.
El reloj marcaba las 10:50 p.m. y el tiempo se acababa para Raimundo y sus beldades, por lo que no dudo en lamentarse de que, como en años anteriores (excepto del año pasado), la lluvia estuviera presente en tan hermoso espectáculo.
Pero no aprenden, dijo uno de los invitados, que culpó de todo a las directivas del Club. “Todos los años es lo mismo, se gastan un montón de plata para hacer el mejor espectáculo pero nunca prevén que puede llover. Siempre terminamos viendo a las reinas desfilando en los quioscos”. “Esto es una crónica de una lluvia anunciada”, interrumpió otro de los invitados.
Así fue, después de que mermó el aguacero, las candidatas fueron llevadas por sus edecanes, protegidas por paraguas reales, hacia los quioscos donde, en una pasarela improvisada y estrecha, desfilaron para los asistentes.
Pero esto no impidió que los invitados escogieran a sus favoritas: Las Señoritas Cartagena, Antioquia, Valle, Tolima y Santander, fueron las más sonadas.
Una hora más tarde la lluvia cesó por completo, y aunque secaron la tarima para presentar algunos de los espectáculos, las reinas debían irse a descansar.







