Has navegado por internet buscando respuestas, sintiéndote quizá un poco fuera de lo común, y te preguntas: ¿por qué no me gusta el sexo? No estás solo en esta inquietud, y la respuesta podría ser más compleja de lo que crees. A medida que sigas leyendo, descubrirás las razones detrás de este sentimiento. A veces, ser diferente es una construcción social o ligada a los ambientes a los que pertenecimos. Lea aquí: Trastornos mentales más comunes en persona: ¿tienes uno?
La aversión sexual es un fenómeno más común de lo que crees. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y puede manifestarse de diversas maneras: desde una ligera inapetencia hasta una profunda repulsión. Pero, ¿cuáles son sus causas?
Desequilibrios hormonales$>
La libido o deseo sexual está fuertemente influenciado por las hormonas. Un desequilibrio hormonal puede causar una reducción en la libido, llevando a un rechazo al sexo.
Experiencias traumáticas$>
Las experiencias pasadas, como el abuso o la violencia sexual, pueden generar aversiones profundas. Estas experiencias dejan cicatrices emocionales y, a menudo, requieren un proceso terapéutico para sanar.
Relaciones sanas y educación sexual$>
La educación sexual inadecuada o la falta de conversaciones abiertas sobre sexualidad puede provocar miedos y malentendidos. Una relación sana y comunicativa puede ayudar a superar estos obstáculos.
Problemas de salud mental$>
Trastornos como la depresión, ansiedad, o el trastorno obsesivo-compulsivo pueden afectar los impulsos sexuales. Estos trastornos, en ocasiones, generan aversión o odio al sexo, aunque no siempre es el caso.
Presión sociocultural$>
Vivimos en sociedades que tienen expectativas específicas sobre cómo deberíamos comportarnos sexualmente. Estas presiones pueden causar rechazo, especialmente si alguien siente que no se ajusta a la “norma”.
Orientación asexual:$>
Algunas personas se identifican como asexuales, lo que significa que no experimentan atracción sexual hacia otros. Es una orientación válida y no implica ningún trastorno o problema de salud.
Entender que no estás solo y que hay razones detrás de tus sentimientos puede ser un gran alivio. Es crucial acercarse a profesionales en caso de que sientas que este rechazo afecta tu bienestar. Ellos podrán guiarte para encontrar respuestas personalizadas.
Conocer y aceptar nuestro cuerpo y emociones es el primer paso hacia relaciones sanas y una vida sexual satisfactoria, sin importar cómo se manifieste. Si sientes aversión o odio al sexo, no te castigues. Busca ayuda de profesionales o de personas de confianza si la necesitas, y recuerda que cada individuo es único. Lea aquí: Así es la estatua de aspecto demoníaco que enfrenta a personas en Bangkok.