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Enfermedades

El miedo a las suegras, al dinero y otras fobias rarísimas pero reales

A ese temor fuerte e irracional a algo que representa poco o ningún peligro real se le conoce como fobia. La buena noticia es que ¡tiene cura!, asegura un experto.

El miedo a las suegras, al dinero y otras fobias rarísimas pero reales

Se le conoce como crometofobia al miedo al dinero. //Foto: 123RF

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Aunque pareciera que todos amamos recibir buenas noticias y dinero existen personas que les tienen miedo, y no se trata de un temor leve ni burlesco, sino de uno tan excesivo e irracional que desarrollan fobias.

Se le conoce como eufobia al miedo a las buenas noticias y crometofobia es el miedo al dinero. Estas dos fobias son tan raras y reales como el miedo a las suegras (penterafobia), el casi impronunciable miedo al número 666 (hexakosioihexekontahexafobia), nos recuerda una reciente publicación de la cuenta de Instagram de Diccionario VIP.

Como estas, existen más de 470 con sus nombres y sus causas, y te sorprendería lo raras que pueden llegar a ser algunas. Lea: ¿Sufres por alguna fobia?: existen más de 470 tipos y sí tienen cura

Existe la fobia a los botones (koumpounofobia), por lo que se opta por ropa con cierres o sin ningún tipo de adorno; al ombligo (omfalofobia), con miedo a ver o tocar tu propio ombligo o el de los demás; a la penetración (coitofobia), por la que una persona rechaza cualquier encuentro sexual; y así una cientos de miedos que requieren ayuda psiquiátrica.

Entre estos, a bañarse (ablutofobia), a los hombres (androfobia), a la baba (blenofobia), a los espacios cerrados (claustrofobia), a los espejos (catoptrofobia), a las escaleras (climacofobia), a las multitudes (demofobia), a la sangre (hemofobia), al polvo (koniofobia) y a parir (lockiofobia).

Pero además, a los felinos (felinofobia), a las abejas (melissofobia), a los hospitales (nosocomefobia), a engordar (obesofobia), a ser observado (opthalmofobia), al hielo (pagofobia), a tener arrugas (rhytifobia), a las sombras (sciafobia), a los patrones repetitivos de agujeros pequeños (tripofobia), ¡e incluso a sentarse (kathisofobia)! Lea: ¿Le teme a los objetos grandes? Tal vez sufra de megalofobia

La buena noticia es que si padeces una fobia, por más rara que sea, tiene tratamiento y muy buen pronóstico. Esto suele ser desconocido porque la mayoría de las personas que las tienen no consultan. “Y no consultan por dos motivos: el primero, porque les da vergüenza; y el segundo, porque no saben que esto tiene cura”, advirtió Alex González Grau, psiquiatra y psicoterapeuta con más de 20 años de experiencia clínica, en una consulta con El Universal.

Destaca que “una persona con una fobia que reciba un tratamiento conductual va a mejorar en la gran mayoría de los casos. Es un trabajo que se hace con base en tareas que le asigna el terapeuta. O sea, que ni siquiera debe ir frecuentemente a consulta, ni son tratamientos muy largos”. Así, en meses, o semanas, tu fobia puede ser corregida.

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