El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agitó la polémica al vincular el uso de acetaminofén con el autismo. El pasado 22 de septiembre, durante un discurso en la Casa Blanca, el mandatario pidió limitar el consumo de Tylenol -marca comercial de paracetamol ampliamente utilizada en su país- en mujeres embarazadas y recién nacidos.
“Recomendamos encarecidamente que las mujeres limiten el uso de Tylenol durante el embarazo, a menos que sea médicamente necesario”, expresó Trump en su conferencia de prensa.
El presidente calificó como una “crisis horrible” la situación del autismo en Estados Unidos y aseguró que “no hay ninguna desventaja” en dejar de consumir el medicamento. Incluso, en el funeral del activista de derecha Charlie Kirk -asesinado a tiros el pasado 10 de septiembre-, Trump afirmó: “Creo que hemos encontrado la respuesta al autismo”, responsabilizando directamente al paracetamol.
Las declaraciones desataron reacciones en distintos sectores sociales, especialmente entre mujeres gestantes, preocupadas por la incertidumbre generada por lo dicho por el político. Una de las primeras autoridades en pronunciarse fue la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que aclaró que en la Unión Europea no se han introducido cambios sobre el uso del paracetamol, también conocido como acetaminofén, durante el embarazo.
“El paracetamol sigue siendo una opción importante para tratar el dolor o la fiebre en mujeres embarazadas”, señaló Steffen Thirstrup, director médico de la EMA, quien subrayó que no existen pruebas de que su consumo suponga riesgos de malformaciones en el feto ni en recién nacidos, siempre que se use con necesidad clínica.
En la misma línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recalcó que no hay evidencias científicas que relacionen el consumo de paracetamol durante el embarazo con el autismo. La entidad insistió, no obstante, en que cualquier medicamento debe administrarse con precaución en la gestación, especialmente durante los primeros meses, y siempre bajo la orientación de un profesional de la salud.
El debate sobre el autismo y el uso de acetaminofén
El debate sobre el consumo de acetaminofén en el embarazo no comenzó con Donald Trump. Mucho antes de sus declaraciones, médicos e investigadores ya habían respondido con datos concretos a la pregunta que inquieta a miles de mujeres: ¿es seguro tomarlo durante la gestación?
En diálogo con Deutsche Welle, Christine M. Freitag, directora del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente, Psicosomática y Psicoterapia del Hospital Universitario de Fráncfort, aclaró que, si bien el uso de analgésicos se considera en general un riesgo, los trastornos del desarrollo neurológico -incluido el autismo- están asociados con factores de origen poligénico.
“Desde una perspectiva científica, responsabilizar a un único ingrediente activo del autismo no es sostenible. Los estudios realizados no han demostrado un efecto causal, únicamente un aumento mínimo del riesgo”, explicó la especialista.
Facetas consultó a médicos expertos en Cartagena para responder las dudas que generó la polémica declaración de Donald Trump y explicar los riesgos de no tratar la fiebre durante el embarazo.
¿Qué deben hacer las gestantes con dolor o fiebre?
Jezid Miranda, ginecólogo obstetra, medicina maternofetal
El docente del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Cartagena sostiene que, hasta la fecha, “no existe evidencia científica que demuestre una relación causal entre el uso de paracetamol (acetaminofén) durante el embarazo y el desarrollo de trastornos como el autismo o el TDAH. Lo que se ha identificado en algunos estudios es una posible asociación estadística, pero es crucial entender que asociación no significa causalidad”.
Desde su práctica clínica, el especialista comparte sus recomendaciones a las gestantes con dolor o fiebre: “Mi recomendación como obstetra es clara: toda mujer embarazada debe consultar con su especialista en caso de fiebre o dolor persistente, especialmente si ocurre en el primer trimestre. Sin embargo, el uso prudente de paracetamol sigue siendo la opción más segura y respaldada por evidencia para el manejo de estas condiciones durante el embarazo”.

¿Qué riesgos implica no tratar fiebre durante el embarazo?
El experto añade: “No tratar una fiebre durante el embarazo puede ser incluso más riesgoso que el uso controlado del medicamento. En etapas tempranas, la fiebre se ha asociado con un aumento del riesgo de defectos congénitos, especialmente del tubo neural. En el segundo y tercer trimestre, puede incrementar el riesgo de parto prematuro, infecciones intrauterinas y otros eventos adversos”.
¿Qué dice la evidencia actual sobre la relación entre el uso de paracetamol/acetaminofén durante el embarazo
Orlando Bustillo Jr. Ginecología Obstetricia
En diálogo con Facetas, el doctor Orlando Bustillo Jr., especialista en fertilidad, aclaró que lo único en lo que la literatura médica podría coincidir parcialmente con las afirmaciones de Donald Trump es lo siguiente: “Algunos estudios han reportado un posible efecto adverso de la exposición fetal al paracetamol a largo plazo -normalmente de al menos tres semanas- sobre los resultados del desarrollo neurológico. Sin embargo, no se ha establecido la causalidad, dicho efecto es débil, los resultados son inconsistentes entre los estudios y, además, los trabajos relevantes presentan limitaciones metodológicas”. El especialista agregó: “La verdad es que habría que abusar demasiado del paracetamol en el embarazo para intuir que pudiera causar daño en el feto. A dosis usuales es un medicamento muy seguro. Ya en dosis mayores y durante más de dos o tres meses, pues uno no puede responder por nada”.
Acetaminofén en el embarazo: recomendaciones desde la práctica clínica
Álvaro Monterrosa, ginecobstetra
El ginecobstetra Álvaro Monterrosa se suma a las voces científicas que han salido al paso de la polémica, agrupando las conclusiones más relevantes. “De forma concluyente, no hay pruebas que demuestren que el acetaminofén (paracetamol) cause autismo. No existe evidencia de causalidad. Algunos estudios observacionales muestran una asociación estadística entre un aumento en la probabilidad de autismo y la ingesta prolongada -es importante subrayar este hecho- de acetaminofén en el embarazo; sin embargo, esto no se confirma en otras investigaciones”, explicó.
El especialista agregó: “En evaluaciones comparativas se ha encontrado poco o ningún efecto del acetaminofén sobre la posibilidad de desarrollar autismo.
El Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras señala que el acetaminofén es el analgésico de elección en el embarazo y puede utilizarse cuando sea necesario, como sucede con todos los medicamentos en la gestación: a la menor dosis posible, solo por el tiempo estrictamente requerido y bajo prescripción profesional. No hay ninguna indicación para emplear acetaminofén de forma prolongada durante el embarazo”.

