A Leonardo José Ruiz López el diagnóstico de párkinson, una enfermedad que afecta al sistema nervioso, le potenció el ingenio artístico que había manifestado desde niño, pero que no tenía un lugar protagónico en su vida cuando se dedicaba al campo de la innovación y desarrollo de dispositivos médicos.

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El UniversalParadójicamente, el trabajo minucioso que necesita para pintar un mural, un cuadro y sombreros, que podría estar dificultado por los movimientos involuntarios o la rigidez que caracterizan al párkinson, ha sido su polo a tierra para transitar el impacto físico y mental que implica una enfermedad neurodegenerativa.
“Siempre he sentido pasión por el arte, desde pequeño he sido muy hábil para las manualidades y cuando comencé a tener todos los síntomas de la enfermedad pensé ‘¿Qué más puedo hacer? Tengo algo que mostrar al mundo y es mi arte’”, dice Leonardo mientras está en su casa que se ha convertido en la galería de sus obras.
Primeros síntomas del Parkinson: la experiencia de Leonardo
Leonardo, quien es sicólogo de profesión, recibió el diagnóstico de párkinson cuando tenía 35 años. Es uno de los casos que demuestra que aunque la enfermedad tiene una mayor incidencia en los mayores de 60 años, cada vez afecta a personas más jóvenes. Él tiene antecedentes familiares.
Más que con movimiento involuntarios, el párkinson en Leonardo se manifiesta con rigidez. Le puede interesar: Parkinson: la realidad detrás de los mitos que estigmatizan a los pacientes.
“Comenzó con un lado de mi cuerpo y caminaba con muchas falencias, como robotizado, al mismo tiempo el habla se me fue dificultando. También tuve bloqueos que se comenzaron a presentar con más frecuencia, de repente yo sentía que no podía avanzar como si me tomaran de las piernas y no pudiera caminar. En ese punto ya me daba miedo porque me caí en varias ocasiones”, comenta el paciente quien ya lleva 10 años lidiando con la enfermedad.
Cirugía de estimulación cerebral profunda: ¿en qué consiste?
Una herramienta clave en el tratamiento de este paciente fue la cirugía de estimulación cerebral profunda (ECP) realizada por el Dr. Juan Carlos Benedetti, neurocirujano de la Clínica Neurodinamia, hace cinco meses, aproximadamente, justo mientras se realizaba la primera exposición de las obras de Leonardo en el centro comercial La Serrezuela.

“La estimulación cerebral profunda consiste en implantar dentro del cerebro electrodos. Los llevamos a las áreas del cerebro que no están funcionando adecuadamente o en las que no hay dopamina, esos pequeños impulsos eléctricos hacen que la actividad eléctrica cerebral funcione mejor”, explica el Dr. Benedetti.
El especialista indica que esos microelectrodos, que son filamentos muy delgados, se conectan a un microcomputador que se llama neuroestimulador, encargado de dar las señales eléctricas adecuadas a la corteza motora para que mejore el temblor, la rigidez, la lentitud de movimiento y hasta las emociones y la calidad del sueño.
“El Dr. Benedetti me dio mucha confianza porque me dio las herramientas para tomar la decisión de hacerme la cirugía. No puedo decir que he mejorado al 100%, pero finalmente tengo calidad de vida en comparación a como estaba antes”, asegura Leonardo quien mejoró en síntomas como la rigidez, el habla y el equilibrio al caminar. Lea también: Cirugía cerebral transforma vidas de pacientes con Parkinson en Cartagena.
Esta cirugía le ha permitido a Leonardo continuar con el arte, su pasión y oficio. “Comienzo a dibujar y me libero de todo. Hay veces en las que incluso haciéndolo estoy con la sintomatología pero puede más el amor al arte. Si no tengo la misma movilidad, la misma habilidad, la misma destreza igual continúo, porque para mí hacerlo tiene mucho valor emocional, simplemente lo voy desarrollando, independientemente en el estado en que esté”, confiesa Leonardo.
¿Qué pacientes pueden optar a la cirugía de estimulación cerebral profunda?
La cirugía de estimulación cerebral profunda es una terapia avanzada para el párkinson, pero no es una opción para todos las personas que padecen esta enfermedad.
“Cuando el paciente tiene más de cinco años de estar sufriendo la enfermedad, hay fluctuaciones en los síntomas, es decir días buenos y días malos, y efectos secundarios de la medicación, como las disquinecias o movimientos anormales como de bailoteo del cuerpo que pueden ser extremadamente incapacitante, es cuando se considera esta terapia avanzada”, detalla el Dr. Benedetti.
El especialista explica que una vez se considera a un paciente para la cirugía debe ser valorado por varios médicos de especialidades como neurocirugía funcional, neurología y psiquiatría, además de realizarse una resonancia magnética de alta resolución. Luego, una junta médica multidisciplinaria determina si es apto o no para el procedimiento.
Mejor calidad de vida para las personas con párkinson
Para los casos en los que la aparición del párkinson es muy temprana (entre los 30 y 35 años), la cirugía es una excelente alternativa.
“Indudablemente, es una esperanza de vida para nuestros pacientes. Esta no es una cirugía curativa, es para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Todavía estamos eh buscando ávidamente qué provoca esta enfermedad y cómo podríamos intervenir para prevenirla y curarla, pero esas respuestas aún no las tenemos”, afirma el Dr. Benedetti.
Para finalizar, el experto asegura que ya son más de 23 años en los que se ha realizado este procedimiento en Neurodinamia, lo que garantiza un equipo muy maduro con gran conocimiento de lo que se debe hacer en el quirófano para disminuir la sintomatología de los pacientes.