Los videos sobre el dilema que representa escoger el momento ideal para lavarse el cabello, especialmente para las mujeres, se han convertido en tendencia en las redes sociales, bajo los hashtags #HairWashDay, #HairDilema o #DíaDeLavado por todos los factores que se tienen en cuenta al tomar esta ‘difícil decisión’.
Pero más allá del tono divertido de esta situación, el lavado del cabello sí es un asunto importante, pues de la frecuencia y rutina adecuada depende la prevención de problemas capilares que pueden ser muy graves.
Además, no es un secreto que el estado del pelo está muy ligado a la autoestima de la mayoría de la población sin importar el género o la edad.
Así lo confirman los resultados de un estudio de Laboratorios Genesse, pues arrojó que 8 de cada 10 personas aseguran sentirse mucho mejor cuando están a gusto con su cabello y el peinado que llevan.
Lavarse el cabello a tiempo: ¿qué problemas puede evitar?
Mantener una higiene capilar adecuada es fundamental no solo para la estética, también para la salud del cuero cabelludo y pelo. Estos son algunos de los problemas que puede evitar.
1. Acumulación de grasa y sebo: el cuero cabelludo produce sebo, una sustancia natural que hidrata y protege el cabello. Sin embargo, un exceso de este puede llevar a que el cabello se vea grasoso y apelmazado e incluso puede obstruir los folículos pilosos.
2. Picazón e irritación del cuero cabelludo: la suciedad, el sudor, las células muertas de la piel y los residuos de productos capilares se acumulan en el cuero cabelludo con el tiempo. Esta acumulación puede causar picazón intensa, irritación e incluso enrojecimiento.
3. Caspa: es una afección común del cuero cabelludo que se caracteriza por la descamación de células muertas. A menudo, está asociada con un hongo llamado malassezia, que se alimenta del sebo. Lavarse el cabello con regularidad, especialmente con champús anticaspa si es necesario, ayuda a controlar la proliferación de este hongo y a reducir la aparición de escamas visibles.
4. Pérdida de cabello: Si los folículos están obstruidos, el crecimiento del cabello puede verse afectado y, en algunos casos, puede contribuir a la miniaturización del cabello o incluso a su caída. Un cuero cabelludo limpio permite que los folículos respiren y funcionen correctamente. Le puede interesar: Calvicie: todo lo que tienes que saber sobre la pérdida de cabello.
Identifica tu tipo de pelo para saber la frecuencia de lavado
No existe una rutina universal sobre la higiene y cuidado del cabello, esta depende de diversos factores como el clima de tu ciudad, las actividades a la que te dedicas, los productos capilares que usas y tu tipo de pelo. Esta última variable entrega una luz sobre qué frecuencia sería la ideal para ti
La forma del cabello se clasifica en cuatro grupos principales: 1, 2, 3 y 4. Cada uno de ellos se divide en tres subtipos (A, B y C) que describe la intensidad del patrón del rizo, siendo la A la forma más suelta.
- Tipo 1 - liso a ondulado: el pelo más liso tiene un corte transversal redondo.
- Tipo 2 - ondulado a rizado: suele describirse como con ondas en forma de S con un corte transversal redondo, pero más plano que el del tipo 1.
- Tipo 3 - rizado con bucles más apretados: puede sufrir sequedad por la falta de sebo a lo largo del tallo del cabello. Es importante no aplicar calor excesivo al peinarlo, y es crucial retener el máximo de grasa natural posible.
- Tipo 4 - de cabello rizado a muy rizado: este tipo tiene una forma más plana y forma de elipse que crea rizos muy definidos. Es más fácil que estos se enreden y pueden ser frágiles si se les aplica calor excesivo.
¿Cada cuánto se debe lavar el pelo?
Un estudio de pelo realizado por la multinacional Dyson, dedicada a la investigación y desarrollo de tecnologías en diversas áreas incluido el cuidado capilar, señala que los cabellos tipo 1 y 2 (más lisos y ondulados) suelen requerir lavados más frecuentes, entre cada 1 a 2 días, debido a que el sebo del cuero cabelludo se distribuye con mayor facilidad hasta las puntas, lo que puede generar una apariencia grasa. Lea también: Cuidado con los hábitos que evitan el crecimiento de tu cabello.
En cambio, los tipos 3 y 4 (más rizados y crespos) tienden a presentar mayor sequedad, ya que la curvatura del pelo dificulta que el sebo recorra toda la fibra capilar. Por ello, se recomienda lavar el cabello entre una y dos veces por semana, para conservar los aceites naturales que protegen la fibra capilar.
Además, se ha comprobado que secar el cabello con herramientas especializadas es más recomendable que dejarlo secar al aire libre, debido a que el pelo mojado es más vulnerable y el exceso de humedad en el cuero cabelludo puede favorecer la aparición de hongos.
Sin embargo, es fundamental tener precaución con el uso de calor excesivo, pues se ha evidenciado que las altas temperaturas pueden aumentar la porosidad del cabello, es decir, alterar su capacidad de retener y absorber agua de forma equilibrada, afectando la durabilidad del peinado y debilitando la estructura del cabello.
Lo recomendado es escoger herramientas para moldear el cabello diseñadas para evitar la rotura del pelo y con temperaturas ajustables al tipo de cabello, además de usar productos capilares que protejan del calor.