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Salud

Escoliosis en niños, niñas y adolescentes: cómo detectarla a tiempo

Junio es el mes de la escoliosis, una enfermedad silenciosa que puede afectar el desarrollo de los menores. Aquí te explicamos sus síntomas, métodos de diagnóstico y tratamientos.

Escoliosis en niños, niñas y adolescentes: cómo detectarla a tiempo

Esta desviación se presenta mayormente en la niñez y adolescencia // Freepik.

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La escoliosis es una alteración estructural de la columna vertebral en la que esta adopta una forma curva hacia los lados, en lugar de una alineación recta. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, es más común en niños, niñas y adolescentes, especialmente durante los periodos de crecimiento acelerado.

A simple vista, esta condición puede parecer solo una cuestión postural. Sin embargo, en casos severos, la escoliosis puede causar dolor crónico, dificultades respiratorias, fatiga muscular y limitaciones en la movilidad. Por ello, se considera una condición médica que requiere atención y seguimiento, y no solo un detalle estético o de postura.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas asociaciones ortopédicas coinciden en que más del 3% de la población infantil y adolescente a nivel global podría tener algún grado de escoliosis, aunque no siempre se diagnostica a tiempo. De ahí la importancia de dedicarle un mes entero, como lo es junio, a crear conciencia sobre esta condición silenciosa. Lee también: Cirugías estéticas: cómo elegir un buen cirujano y evitar complicaciones.

La escoliosis es una condición medica en la cual existe una curvatura en la columna vertebral // 123rf.
La escoliosis es una condición medica en la cual existe una curvatura en la columna vertebral // 123rf.

¿Cuáles son los tipos de escoliosis?

La escoliosis se clasifica según su causa y momento de aparición. Los principales tipos son:

  • Escoliosis idiopática: es la forma más común, representando alrededor del 80% de los casos. Su origen es desconocido, aunque algunos estudios sugieren una combinación de factores genéticos y hormonales. Suele diagnosticarse entre los 10 y 18 años.
  • Escoliosis congénita: está presente desde el nacimiento y se debe a malformaciones vertebrales durante el desarrollo fetal. Es menos común, pero más compleja de tratar debido a su aparición temprana y a la afectación estructural de la columna.
  • Escoliosis neuromuscular: surge como consecuencia de enfermedades del sistema nervioso o muscular, como la parálisis cerebral, la distrofia muscular o lesiones medulares. En estos casos, el desequilibrio muscular provoca la curvatura.
  • Escoliosis degenerativa o del adulto: afecta a personas mayores y se produce por el desgaste natural de las vértebras y discos intervertebrales, a menudo acompañado de artritis espinal o pérdida de masa ósea (osteoporosis).

Signos y síntomas de la escoliosis: ¿cómo identificarla?

Uno de los mayores desafíos de la escoliosis es que en sus primeras etapas puede no causar síntomas evidentes. No obstante, hay señales físicas que pueden alertar a padres, profesores o médicos escolares, alguna de ellas son:

  • Diferencia en la altura de los hombros
  • Un omóplato más sobresaliente que el otro
  • Asimetría en la cintura o el tronco
  • Un lado de la cadera más elevado
  • Ropa que no cae sobre el cuerpo de manera uniforme
  • Dolor de espalda persistente en adolescentes

En los casos más avanzados, también pueden presentarse dificultades respiratorias, debido a que la curvatura comprime los pulmones, así como fatiga muscular, pérdida de fuerza o dolor intenso al estar de pie o sentado por largos periodos.

Uno de los métodos correctivos de esta condición es el uso de corsets // Freepik.
Uno de los métodos correctivos de esta condición es el uso de corsets // Freepik.

Diagnóstico de la escoliosis: la clave es la detección temprana

Detectar la escoliosis en su etapa inicial permite un manejo mucho más efectivo. Por ello, durante la infancia y adolescencia se recomienda realizar revisiones posturales periódicas, sobre todo en edades escolares.

Uno de los métodos más sencillos y utilizados es el test de Adams, en el cual el niño, niña o adolescente se inclina hacia adelante con los brazos colgando. Si se observa una joroba o asimetría en la espalda, puede ser un indicio de escoliosis.

El diagnóstico se confirma mediante una radiografía de columna, donde se mide el ángulo de Cobb, utilizado para determinar la gravedad de la curvatura:

  • Leve: menos de 20 grados
  • Moderada: entre 20 y 40 grados
  • Severa: más de 40 grados

En algunos casos, el médico puede requerir resonancias magnéticas o tomografías para estudiar con mayor detalle la estructura vertebral o investigar una posible causa neuromuscular.

Tratamientos disponibles para la desviación en la columna

El tratamiento de la escoliosis depende de múltiples factores: la edad del paciente, la causa, la gravedad de la curva y la progresión de la misma. Las principales opciones son:

1. Observación médica

Cuando la curvatura es leve y el paciente está en etapa de crecimiento, se suele optar por el seguimiento médico periódico para asegurarse de que la escoliosis no progrese. Esta es una estrategia conservadora, pero efectiva en muchos casos.

2. Corsé ortopédico

Recomendado cuando la curvatura es moderada y el crecimiento del paciente aún no ha finalizado. Su objetivo es detener la progresión de la escoliosis, no corregirla. Requiere de constancia, ya que debe usarse entre 18 y 23 horas al día. Aunque puede afectar la autoestima en adolescentes, su uso puede evitar una cirugía futura.

3. Fisioterapia y ejercicios específicos

Métodos como el ejercicio correctivo de Schroth y la fisioterapia postural ayudan a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la respiración y corregir la postura. En algunos casos se combinan con el uso del corsé.

4. Cirugía

Indispensable en casos severos o progresivos. La técnica más común es la fusión espinal, en la que se colocan varillas, tornillos y ganchos para corregir y estabilizar la columna. Aunque es una intervención mayor, los resultados suelen ser satisfactorios, y los pacientes pueden llevar una vida normal tras la recuperación. Lee también: Yoga: conoce sus beneficios y cómo comenzar a practicarlo.

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