El sedentarismo, las malas posturas, el sobrepeso y hasta los ejercicios de alto impacto sin preparación son enemigos de las articulaciones, provocando el desgaste silencioso de los cartílagos pues no se manifiesta con dolor, lo que causa que cuando se sientan las primeras molestias, ya sea un daño irreversible.
“La clave es actuar antes de sentir dolor. El cartílago, que recubre nuestras articulaciones no tiene terminaciones nerviosas, por eso su desgaste avanza sin darnos cuenta, hasta que el daño ya es estructural”, explica la doctora Ángela Almanza, ortopedista y traumatóloga, especialista en ortopedia regenerativa de Regenera Clinic.
Cuando el cartílago se ha desgastado y el hueso ha comenzado a rozar se sienten molestias severas que podrían haberse evitado con un enfoque preventivo.
Articulaciones desgastadas: señales para ir al especialista
De acuerdo con la experta, señales como crujidos articulares, sensación de roce, inflamación tras el ejercicio o rigidez matutina no se deben pasar por alto y por las que se debe consultar al ortopeda. Le puede interesar: Evita lesiones en articulaciones y tendones a través del ejercicio físico.

“Una consulta temprana permite detectar condiciones como la condromalacia rotuliana (desgaste en la rótula), que tratada a tiempo puede evitar intervenciones quirúrgicas futuras”, explica la Dra. Almanza.
¿Cómo evitar daños en las articulaciones?
De acuerdo con la especialista, estos consejos son útiles para prevenir el desgaste irreversible del cartílago que protege a las articulaciones:
- Actividades como la natación, el yoga o incluso ejercicios de fuerza con pesas ligeras pueden fortalecer los músculos, mejorar la movilidad articular y lubricar naturalmente las articulaciones.

- Cuidar las posturas, evitar estar sentado por muchas horas sin moverse, usar escritorios ergonómicos, levantar peso de forma adecuada y realizar pausas activas en jornadas laborales.
- Una nutrición balanceada rica en antioxidantes, colágeno, omega 3 y vitamina D es vital para proteger los tejidos. “No es solo lo que hacemos, sino lo que comemos y cómo nos movemos lo que define el futuro de nuestra salud articular”, señala la experta.
- Consumir suplementos nutricionales como el colágeno hidrolizado combinado con magnesio, especialmente en personas con antecedentes familiares de artrosis, sobrepeso o exposición a actividades físicas repetitivas.
- Chequeos físicos integrales que identifiquen qué grupos musculares deben estirarse o fortalecerse con rutinas sencillas de mínimo 10 minutos al día, adaptadas a cada persona. Lea también: Lesión de menisco: cómo evitarla y proteger tus rodillas.
¿Qué hacer si y hay desgaste en las articulaciones?
Si ya hay signos de desgaste en las articulaciones, las terapias regenerativas y el protocolo de protección articular son las mejores herramientas para prevenir el deterioro progresivo. “Actuar antes de sentir dolor es el verdadero acto de amor que nuestras articulaciones necesitan”, puntualiza la especialista.