Si bien el cuidado de la piel podría ser considerado como un asunto exclusivamente estético, no se debe dejar de lado que esta es un órgano más, de hecho, el más extenso del cuerpo, con funciones vitales como termorregular y servir de barrera contra virus y bacterias; además, está interconectada con los sistemas nervioso, inmunológico, endocrino y cardiovascular.
Más allá del uso de productos tópicos, como cremas, lociones y aceites para hacer lucir bella a la piel o tratar enfermedades cutáneas, es importante analizar lo que ocurre con ella porque en muchos casos es un indicador de lo que está pasando en el organismo.
“La piel habla, desde la escuela de medicina, los médicos aprendemos a ver muchas patologías y señales en nuestros pacientes a través de este órgano”, explica Liliana Pardo Garnica, médico especialista en medicina integrativa y vocera de Heel Colombia. Le puede interesar: ¿Rascarse es bueno o malo? Descubre sus efectos en la piel.

Pardo destaca que a través de la piel es posible reconocer el estilo de vida, la edad biológica y, por supuesto, el estado de salud, por lo que su revisión debe ser parte de los exámenes clínicos realizados a los pacientes periódicamente.
¿Cómo afectan las emociones a las enfermedades de la piel?
Aunque pase desapercibido en nuestro día a día, la piel y la salud mental tienen una conexión directa y profunda, por lo que se afectan mutuamente, por lo que el cuidado debe ser integral.
“Cuando somos un embrión in utero, la piel se desarrolla al tiempo con el neuroectodermo, que dará lugar al sistema nervioso central, por lo tanto, a través de toda nuestra vida existirá una profunda conexión entre las emociones y la piel”, indica la Dra. Pardo Garnica. Lea también: Vitiligo: una enfermedad de la piel que afecta el bienestar emocional.
Añade que esta es la razón por la que la gran mayoría de las patologías dermatológicas empeoran ante situaciones de estrés, depresión o ansiedad. “Esto se ve reflejado en el empeoramiento de afecciones como el acné, los eczemas, las alergias, la psoriasis, además porque está la tendencia a infringirse daño en la piel debido a estas condiciones de salud mental”.

Para romper con esos ciclos de enfermedad en los que las emociones y la piel se afectan entre sí, es esencial partir desde un enfoque integral, teniendo en cuenta todas las redes biológicas que interactúan en la afección, incluyendo aspectos como la microbiota intestinal, la salud mental y los hábitos saludables.
Cosméticos peligrosos: intoxicación a través de la piel
Así como la piel refleja el estado del organismo, también puede influir en la alteración de diversos procesos en este, debido a su permeabilidad que favorece el paso de sustancias tóxicas, por lo que es esencial aprender a escoger los productos cosméticos.
“Hay una cantidad de químicos que están presentes en el shampoo, en las cremas, en el maquillaje y en los perfumes que afectan el sistema endocrino y desencadenan condiciones como acné, infertilidad, obesidad, cáncer de seno y hasta cáncer de tiroides”, indica la experta. Lea también: Sigue estas recomendaciones para lucir una piel aún más joven y sana.
Explica que “el problema es que estos productos tienen niveles permitidos de ciertas sustancias y que se se supone que en esas cantidades no afectan la salud pero si sumamos la exposición a todos los cosméticos que usamos a diario, hacemos un efecto cocktail de tóxicos que la piel absorbe”.
La recomendación es escoger productos cuyos ingredientes sean de origen natural en su mayoría, que no tengan esta carga de químicos tóxicos pues es un precio muy alto que se paga con el estado de salud general.