El linfedema es una acumulación anormal de líquido en los tejidos que provoca hinchazón, generalmente en brazos o piernas, aunque también puede afectar otras partes del cuerpo. Esta condición puede dificultar actividades cotidianas, limitar el movimiento y aumentar el riesgo de infecciones.
El doctor Julio Delgado, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora del Hospital Quirónsalud Zaragoza, explica que el linfedema ocurre cuando el sistema linfático no puede drenar adecuadamente el líquido debido a obstrucción, compresión, daño o malformación de los vasos linfáticos.
“Ocurre cuando el sistema linfático no puede drenar adecuadamente este líquido. Puede deberse a obstrucción, compresión, daño o malformación de los vasos linfáticos y se diferencia de otros tipos de edema por su causa y por cómo es su evolución y las características clínicas de ese edema”, comenta.
Síntomas principales del linfedema
Entre los principales síntomas se encuentran:
- Inflamación progresiva en una o varias extremidades.
- Sensación de pesadez, tensión o dolor en la zona afectada.
- Cambios en la piel, que puede volverse más gruesa y dura.
- Lipogénesis, transformación grasa del tejido inflamado, lo que produce un aumento permanente del volumen de la extremidad.
“A medida que avanza la inflamación o el desarrollo del linfedema, la piel puede sufrir cambios, volviéndose más gruesa y dura. En fases iniciales, al presionar la piel puede observarse una leve marca, llamada fóvea; pero en etapas avanzadas, la piel se vuelve firme”.

Relación del linfedema con el cáncer de mama
El linfedema es una complicación frecuente en pacientes con cáncer de mama, debido a la extirpación de ganglios linfáticos de la axila durante el tratamiento. También puede desarrollarse en otros tipos de cáncer, como el de próstata, el melanoma o los linfomas, cuando los ganglios linfáticos son comprimidos o extirpados.
“El linfedema tiende a ser una condición crónica, por lo que el diagnóstico precoz y un manejo adecuado son clave para evitar complicaciones como fibrosis, infecciones recurrentes y limitación funcional de la extremidad afectada”, advierte el doctor Delgado.
Además, patologías como insuficiencia venosa, insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal también pueden causar edema, especialmente en las extremidades inferiores.

Opciones de tratamiento para el linfedema
El tratamiento del linfedema busca limitar la acumulación de linfa en la extremidad afectada a través de medidas como:
- Bandas elásticas y prendas de compresión.
- Presoterapia y drenaje linfático realizado por fisioterapeutas.
Sin embargo, en muchos casos la enfermedad progresa, lo que requiere procedimientos quirúrgicos para mejorar el drenaje linfático o crear nuevas vías de drenaje.
“A pesar de estas medidas, la evolución es inexorable hacia un aumento de volumen progresivo con clínica de dolor y pesadez en la extremidad afectada, siendo en estos casos necesario plantear procedimientos quirúrgicos, individualizados, tanto paliativos como encaminados a mejorar el drenaje existente o crear nuevas vías de drenaje linfático”, concluye Delgado.