Es común pensar que el polvo solo afecta a pacientes con problemas respiratorios o muy sensibles a las alergias, pero es un creencia errada, al estar conformado de partículas microscópicas que de ser inhaladas podrían quedarse atrapadas en los pulmones, cualquier persona queda expuesta ante los peligros de estos residuos acumulados.
Los efectos negativos en la salud a causa de la exposición al polvo varían según la cantidad y el tipo micropartículas presentes en el ambiente, ocasionando irritación en los pulmones, alergias, tos y catarro. Para las personas con enfermedades respiratorias preexistentes como el asma, la inhalación de polvo desencadena ataques severos y dificultades para respirar.
La inhalación prolongada de ciertos tipos de polvo puede derivar en enfermedades pulmonares serias como neumoconiosis benigna, neumoconiosis, neumonitis y la exposición continua a ciertos componentes tóxicos presentes en el polvo, aumenta el riesgo de desarrollar mesotelioma pleural, un tipo de cáncer pulmonar. Lea también: No automedicarse: el llamado del Dadis por aumento de enfermedades respiratorias.
Conoce los tipos de polvo
A pesar de que no todos los tipos de polvo se encuentran en el hogar y no es común distinguir el origen y la composición específica de estos, conocer cuáles son y de dónde provienen es esencial para identificar aquellos que representan un mayor riesgo para la salud y cómo manejarlos de manera adecuada para evitar afectaciones a la salud.
• Polvos tóxicos: se producen generalmente cuando se trabaja con sustancias que nocivas como plomo, mercurio, cromo, fentanilo y sus análogos. Si se inhalan, pueden dañar los pulmones o pasar al flujo sanguíneo y extenderse por todo el cuerpo.
• Polvo en las obras: los trabajos de construcción como el lijado, el corte, el taladrado y la demolición generan un polvo peligroso que puede afectar a la salud. Este no suele encontrarse en el hogar, pero si se vive cerca de una construcción, es probable que las micropartículas ingresen a la casa a través de las ventanas.
• Polvo doméstico: el polvo de casa es la principal fuente de alérgenos del interior de las viviendas y es un ecosistema complejo compuesto por una mezcla de materia inorgánica y orgánica, que incluye escamas de piel humana, fibras, esporas de hongos, bacterias, virus, pólenes, insectos, derivados dérmicos de animales, restos de alimentos, plantas de interior, ácaros y heces de ácaros.
Limpiar: la herramienta clave contra el polvo
La principal herramienta contra el polvo en casa es sencilla: limpiar, pero este es un hábito que cada vez más hogares descuidan en sus rutinas. Así lo demuestra el Estudio Global del Polvo de Dyson, realizado a más de 30.000 personas de 39 países cuyo resultados indicaron que solo el 41% de los consultados afirma tener un programa de limpieza regular en sus hogares (un 15% menos que el año pasado) y el 60% admite que solo se siente motivado a limpiar cuando ve polvo o suciedad.

La acumulación de polvo no siempre es visible, por lo que es importante adoptar hábitos de limpieza preventiva, más allá de la suciedad. Por eso, al limpiar ten en cuenta que el polvo puede acumularse en lugares inesperados, como esquinas, rodapiés, marcos de fotos y ventanas, la parte superior de las lámparas, estanterías e incluso detrás de los armarios. Es clave realizar una limpieza regular que contribuya a un entorno más saludable y mejore la calidad del aire en el hogar. Le puede interesar: ¿Tu mascota duerme contigo? Cuidado con la limpieza y las alergias.
Esto es especialmente importante teniendo en cuenta que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasamos hasta el 90% de nuestro tiempo en interiores, lo que hace que mantener un ambiente libre de polvo sea fundamental para nuestro bienestar.
Cómo limpiar el hogar de forma efectiva para eliminar el polvo
• Lava telas y tapicería con frecuencia: el polvo y los ácaros se adhieren a la ropa de cama, mantas, cortinas y tapizados. Lávalos regularmente y utiliza accesorios de aspiradora para limpiar colchones, sofás y otras superficies textiles.
• Limpia superficies con el método adecuado: antes de usar un paño húmedo, retira el polvo más fino, incluidos los ácaros. Luego, friega el suelo y pasa un paño de microfibra húmedo, que ayuda a atrapar el polvo restante.

• Aspira de forma regular: no te limites al suelo; pasa la aspiradora lentamente sobre alfombras, moquetas, tapicería, techos y paredes. Usa accesorios específicos para zonas altas y persianas, y sacude las alfombras al aire libre antes de aspirarlas para eliminar la suciedad extra.
• Cuida la higiene de tus mascotas: cepilla y baña regularmente a tus mascotas para reducir la cantidad de pelo y caspa que se acumula en el hogar. En el caso de los gatos, mantén la bandeja de arena cubierta para disminuir el polvo.