En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, el Centro de Investigación en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y del Hospital Clínic de Barcelona hablan sobre la relación de los genes en este trastorno mental.
La depresión es un trastorno mental común que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. Establece que aproximadamente 280 millones de personas en el mundo la padecen. Lea: Famosos colombianos que han experimentado depresión
Bárbara Arias, profesora de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona e investigadora del CIBERSAM, asegura que el peso de la genética en la depresión “quizás no es tan potente como en otros trastornos mentales” como el bipolar o la esquizofrenia, pero sí hay un vinculo comprobado.
“Los estudios de familia lo que nos dicen es lo primero que tenemos que ver si hablamos de predisposición genética, es que si tienes un familiar de primer grado afectado, tu riesgo de tener una depresión se incrementa 3 veces más”, subraya la investigadora. Lea: Recomendaciones para cuidar la salud mental en Navidad y Año Nuevo
Por su lado, Eduard Vieta, psiquiatra del Hospital Clínic, incide que en ocasiones la sociedad puede pensar que la depresión está asociada solo a los factores ambientales, cuando no siempre es así. “En la depresión hay diversas formas de este trastorno, porque es un concepto amplio, hay un abanico de entre el 30% y el 50% de factores genéticos”.
Es decir, según el tipo de depresión, el peso genético es mayor o menor, e “incluso en algunas depresiones este factor está por encima de los ambientales”. Lea: Ejercicio físico, la mejor terapia contra la depresión y ansiedad
En este sentido, el experto destaca que entre la genética y el ambiente, entendiendo éste como el factor social, unido a los factores psicológicos de la persona y a la epigenética pueden “activar o desactivar” los genes.
Bárbara Arias añade que en los trastornos mentales no hay ningún biomarcador concreto. “Todavía no hay genes descritos que podamos decir que si tienes esa variante en este gen vas a tener depresión mayor, pero se está trabajando en ello muchísimo y hay estudios cada vez más potentes”. Lea: Así puedes ayudar a una persona que quiere atentar contra su vida

Y el hecho de que sea un trastorno muy heterogéneo complica, en palabras de la investigadora, “un poco más las cosas, porque, al igual que apuntaba Vieta, el impacto ambiental, como por ejemplo, el maltrato durante la infancia, “juegan un papel muy relevante”.
Por eso, la investigadora del CIBERSAM expone que en la mayor parte de los episodios depresivos suele haber un “disparador ambiental” previo, no solo el maltrato, también la pérdida del trabajo, el acoso escolar, la humillación, un divorcio, entre otros. “Si tienes una predisposición genética, ese impacto va a tener un efecto más importante y va a incrementar ese riesgo para sufrir una depresión”, sostiene Arias. Lea: Música clásica y depresión: cómo mejora tu salud mental
Vieta insiste en la importancia de entender que la genética “no es determinista” y para nada es inmodificable, y recuerda que para tratar de prevenir este trastorno mental, el estilo de vida es muy importante, al igual que dormir bien.